El folclor colombiano vuelve a tener un papel destacado en el ámbito internacional con su presencia en territorio mexicano, donde se desarrolla la tercera edición del Festival Nacional de Folclor en el estado de Hidalgo. Este encuentro cultural, que se lleva a cabo en los municipios de Mineral de la Reforma y Pachuca hasta el 8 de diciembre, se consolida como una plataforma de intercambio artístico y como un espacio en el que convergen diversas expresiones tradicionales de Latinoamérica. En esta ocasión, Colombia participa con una representación juvenil que busca exaltar la riqueza dancística del país ante audiencias extranjeras.
Los encargados de llevar este mensaje cultural son Mariana Páez Andrade y Juan José Rodríguez Maldonado, dos jóvenes artistas pertenecientes al Centro Artístico Mónica Lindo, quienes asisten al festival como embajadores del departamento del Atlántico. Su participación se convierte en una oportunidad para compartir, promover y reafirmar parte del acervo folclórico colombiano, especialmente aquel que se identifica con la tradición caribeña. Ambos representan a una nueva generación de bailarines formados en procesos rigurosos que valoran las prácticas culturales y las proyectan con sensibilidad y profesionalismo.
La presentación de la delegación colombiana abarca dos propuestas escénicas que buscan transmitir la diversidad y el simbolismo del folclor nacional. La primera es la cumbia colombiana, considerada uno de los ritmos más emblemáticos del país y una manifestación que ha trascendido fronteras gracias a su cadencia, su riqueza rítmica y su profundo arraigo en la historia cultural del Caribe. Esta pieza será interpretada musicalmente por el grupo Los Chamanes, quienes acompañarán la puesta en escena con un repertorio que respeta la esencia tradicional del género.
La segunda propuesta, titulada “Nariciento y Puloy”, combina elementos del Carnaval de Barranquilla mediante una coreografía inspirada en dos de sus personajes más representativos: la Marimonda y las Negritas Puloy. Esta pieza busca resaltar la creatividad, la irreverencia y el humor que caracterizan a estas figuras, al tiempo que celebra la vitalidad y el colorido del carnaval, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La obra ofrece un acercamiento lúdico a las raíces festivas del Caribe colombiano y plantea una conexión directa con el público mexicano a través de la energía escénica y el simbolismo de sus personajes.
El festival ha sido diseñado como un espacio de hermandad cultural entre México y Colombia, en el que convergen delegaciones de distintas regiones interesadas en promover el respeto, la diversidad y el aprendizaje compartido. Por ello, además de las presentaciones artísticas, la programación contempla talleres, conversatorios e intercambios de saberes dirigidos tanto a artistas como a nuevos públicos. En estos espacios participará la docente de la Universidad del Atlántico, Mónica Lindo, quien acompaña a los jóvenes bailarines y aporta su experiencia en formación dancística y procesos artísticos.
Las diferentes muestras del festival tendrán lugar en escenarios emblemáticos del estado de Hidalgo, entre ellos el Teatro Hidalgo Bartolomé de Medina, la Sala de las Artes María Teresa Rodríguez y el Teatro Chicomecoatl. Estos espacios serán el punto de encuentro donde el público podrá apreciar el valor del folclor colombiano y su capacidad de servir como puente cultural entre naciones hermanas.
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