Con el paso del tiempo, es común que los usuarios noten una disminución en la capacidad de carga de sus teléfonos móviles. Aunque los fabricantes han mejorado la eficiencia de las baterías y los sistemas de gestión energética, el uso intensivo de aplicaciones, la conexión permanente a internet y los procesos en segundo plano provocan un desgaste progresivo del dispositivo. Este fenómeno, conocido como envejecimiento natural, afecta a todos los equipos, sin importar la marca o el modelo.

Cada batería cuenta con un número limitado de ciclos de carga, y a medida que estos se completan, los componentes internos pierden la capacidad de retener energía con la misma eficacia. Con el tiempo, esto se traduce en una reducción notable de la autonomía, lo que obliga a los usuarios a cargar sus celulares con mayor frecuencia. Sin embargo, la velocidad de deterioro varía según los hábitos de uso. Por ello, adoptar buenas prácticas y realizar ciertos ajustes en la configuración puede ayudar a prolongar la vida útil del dispositivo.

De acuerdo con el portal especializado Computer Hoy, pequeños cambios en el sistema operativo pueden marcar una gran diferencia en el consumo energético diario. Entre las recomendaciones más efectivas se encuentran las siguientes:

1. Activar el “Modo ahorro”
Esta función resulta indispensable cuando la batería está por agotarse y no hay un cargador disponible. Permite extender la autonomía reduciendo la exigencia sobre el procesador y limitando las aplicaciones en segundo plano. En la mayoría de los teléfonos Android, existen dos versiones: el modo ahorro estándar, que disminuye el rendimiento y el consumo del sistema en general, y el modo ultra ahorro, que restringe casi todas las funciones no esenciales para maximizar la duración de la batería. Además de ofrecer tiempo adicional de uso, este modo contribuye a preservar la salud de la batería a largo plazo, ya que disminuye el estrés energético del equipo.

2. Activar el “Modo oscuro”
El modo oscuro, además de ofrecer una experiencia visual más cómoda al reducir el brillo y el contraste, ayuda a ahorrar energía, especialmente en pantallas con tecnología OLED o AMOLED, donde los píxeles se apagan individualmente en las zonas negras. Al reducir la iluminación de la pantalla —uno de los componentes que más energía consume—, el teléfono logra mantener su carga por más tiempo. Activar esta función es sencillo: solo se debe ingresar a Configuración → Pantalla → Tema → Modo Oscuro, y allí se puede elegir mantenerlo activo permanentemente o programarlo según la hora del día.

3. Controlar notificaciones y funciones inalámbricas
El exceso de notificaciones es otro factor que agota la batería, ya que cada alerta activa la pantalla, vibra el dispositivo y consume recursos. El Modo sin distracciones, disponible en el apartado de Bienestar digital, permite pausar notificaciones no urgentes, favoreciendo tanto el ahorro energético como la concentración del usuario.

Por otro lado, mantener activadas funciones inalámbricas como Bluetooth, Wi-Fi o GPS cuando no se necesitan, obliga al teléfono a buscar constantemente conexiones, incrementando el gasto de energía. Desactivar estos servicios cuando no están en uso puede mejorar significativamente la autonomía del dispositivo.

En resumen, aunque el deterioro de la batería es inevitable con el tiempo, adoptar prácticas responsables y optimizar la configuración del teléfono puede retrasar su desgaste, mejorar la eficiencia energética y ofrecer una experiencia de uso más duradera y sostenible.

#cadenaradiallalibertad