Por: Cesar Aguilar.

Carlos Queiroz tuvo sus segundo examen con el equipo tricolor en el inicio de su era y por primera vez perdió en un juego donde dejó más cosas positivas que negativas. El tanto cafetero fue del juniorista Luis Díaz.

Con un estadio teñido de rojo acompañando a la selección loca, el onceno de Corea del Sur se sintió respaldado por su afición y tomó el control de la pelota y automáticamente comenzó a generar las primeras aproximaciones del encuentro ante un equipo colombiano que realizó 7 variantes con respecto al plantel que inició ante los japoneses.

La presión de Corea surtió efecto y a los 17 minutos abrió el marcador cuando Heung-Mi Song recibió un pase por costado derecho para que el atacante del Tottenham inglés sacara un remate que no pudo controlar el debutante arquero Iván Arboleda, quien dio la sensación pudo de que pudo hacer más por evitar la anotación de los asiáticos, quienes sesenta segundos más tarde pudieron poner el 2-0 nuevamente con Son, pero el vertical le dijo que no, ahogando así una nueva emoción a los ‘rojos’.

Luis Díaz disputa un balón ante un jugador coreano.

Luego de recibir el fatídico gol, los pupilos de Queiroz alcanzaron a reaccionar y poco a poco fueron equilibrando las cargas en el terreno del juego; tanto así que Luis Díaz tuvo su oportunidad a los 23′ rematando dentro del área, aunque sin mayor peligro sobre el arco custodiado por Cho.

La selección cafetera fue tomando confianza y a diez minutos del finalizar el primer tiempo pudo empatar el encuentro con sendas llegadas de Cristian Borja y Alfredo Morelos, quienes alcanzaron a asustar a los anfitriones que supieron mantener la ventaja.

Finalizando la primera parte con el 1-0 a favor de Corea, el defensa central Yerry Mina, debió salir del partido debido a una lesión y le dio paso a Jeison Murillo.

En la etapa complementaria la selección tricolor le dio paso a James Rodríguez, quien ingresó por Morelos. Deduciendo que sobre el papel sólo quedaría en punta Duván Zapata.

Colombia mejoró notoriamente con el ingreso del 10 del Bayer Múnich y a los 49′ encontró el empate con una genialidad de Luis Díaz, que por el costado izquierdo remató sutilmente colocando la pelota al lado del palo del cancerbero local y de esta manera enmudeciendo a los 63.844 aficionados que colmaron las gradas del estadio Mundialista de Seúl.

La afición local respaldó a Corea del Sur.

Los cafeteros controlaban las acciones y parecería que estaban más cerca para seguir de largo en la pizarra. Sin embargo, nuevamente otro error de Arboleda, a los 58 minutos, le permitió a Corea concretar el 2-1 a su favor con un remate en el borde del área de Lee- Jae-Sung.

A pesar de recibir el gol, el conjunto amarillo no se amilanó y siguió controlando la posesión del esférico.

A los 60′ ingresaron los experimentados Falcao, Muriel y Barrios, quienes también sincronizaron con el elenco tricolor que buscó incansablemente emparejar el marcador.

Yerry Mina disputa una pelota.

Con el andar del reloj las ganas y la perseverancia de Colombia por ir al ataque no cesó, pero el tan anhelado gol no iba a llegar y al final con mucho sufrimiento y algo de drama, Corea del Sur se iba a quedar con resultado a su favor.

En líneas generales el onceno de Carlos Queiroz dejó buenas sensaciones y más allá del resultado mostró a un equipo que invita a ilusionar con la Copa América, que se cumplirá a mitad de año en Brasil.