Por: Redacción.
El fútbol es un deporte de momentos y la noche del martes quedó comprobado en el superclásico entre Brasil y Argentina, donde Gabriel Jesús cortó una mala racha de 724 minutos (8 partidos) sin poder concretar al menos una anotación con su selección.
El máximo anotador de Brasil en la era Tite con 17 goles volvió aparecer después de nueve meses para no solo abrir el camino de la victoria, sino también para convertirse en la figura de un partido parejo que vio aparecer su talento asistiendo en el 2-0 definitivo justo en el momento donde la albiceleste estuvo apunto de igualarlo.
El atacante del Manchester City manifestó que lo hecho por él ante los argentinos lo había imaginado desde mucho antes que sucediera y esto no lo tomo por sorpresa.
“Vi en mi cabeza que iba a marcar. No lo digo porque hice el gol. Las otras veces no dije eso. Llegue muy confiado a ese partido y conseguí hacer una anotación en una bella jugada de equipo. Firmino me pudo encontrar muy bien”.
Gabriel Jesús, que estaba siendo muy cuestionado por la afición y la prensa brasileña fue el salvador en el partido más importante del torneo hasta ahora y expresó su felicidad también por sus compañeros a quienes les dio un consejo para lo que viene.
“Estoy muy feliz no por el gol, sino por el equipo también; conseguimos hacer los goles, todos estamos contentos por el partido, por el empeño, por la entrega. Tenemos que jugar todos los partidos con este espíritu para así conseguir el objetivo que es ganar esta Copa frente a nuestra afición”, anotó.
El delantero no pudo terminar el partido debido a los fuertes golpes que recibió por parte de la defensa argentina, aunque si no pasa nada extraño será inicialista en el juego de la final el domingo en el Maracaná.
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