Por: Redacción.
Una persona sin salud mental no tiene salud de ningún tipo. La salud mental no es sólo la ausencia de trastornos mentales. Se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
La salud mental pone de relieve el bienestar emocional, la capacidad de vivir una vida plena y creativa, la flexibilidad para hacer frente a los desafíos inevitables de la vida. Un modelo de bienestar incluye cinco tareas de la vida: la esencia o la espiritualidad, trabajo y ocio, la amistad, el amor y la auto-dirección y de las doce sub-tareas, sentido de valor, sentido de control, las creencias realistas, la conciencia emocional y de afrontamiento, solución de problemas, la creatividad, el sentido del humor, la nutrición, el ejercicio, el autocuidado y manejo del estrés, la identidad de género y cultural. Todas estas se identifican como características de funcionamiento saludable y un componente importante del bienestar. Los componentes proporcionan un medio de responder a las circunstancias de la vida de una manera que promueve el funcionamiento saludable.
Es muy importante mantener una buena salud mental por tres cuestiones básicas y fundamentales en la vida:
-El poder afrontar las presiones normales que van apareciendo en la vida.
-El trabajar productiva y provechosamente en nuestros proyectos o tareas.
-El poder hacer una contribución al entorno que nos rodea.
La enfermedad mental con frecuencia tiene como causa física un desequilibrio químico en el cerebro. El estrés y los problemas en la familia, trabajo o el colegio a veces pueden desencadenar una enfermedad mental o hacer que esta empeore. Sin embargo, las personas que emocionalmente están sanas han desarrollado maneras de hacerle frente al estrés y los problemas.
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