Por: Maria Alejandra Barrios
Bolsos, manillas, rosarios y figuras recamadas en piedras hermosas, son algunas de las piezas religiosas artesanales que un grupo de mujeres talentosas privadas de su libertad realizan diariamente con sus manos para demostrarle al mundo que sí existen las segundas oportunidades con “Esperanza”.
A través de la feria ‘Mercado a tu Barrio’, apoyado por la Alcaldía de Barranquilla, por medio de la Secretaría de Espacio Público, en el parque Venezuela al norte de la ciudad, las reclusas tuvieron un espacio para mostrar todas sus cualidades en las artesanías a todos los visitantes.
“Esta vez tenemos la oportunidad de participar en Mercado a tu Barrio y para nosotros es un honor estar aquí, porque podemos mostrar los productos que realizan las internas y también un grupo de pospenadas, quienes hoy tienen la oportunidad de interactuar con otros para que vean su talento y contarles cuales son aquellas técnicas y colores que utilizan a la hora de hacerlos”, resaltó Claudia Quintero, directora creativa de Esperanza, en diálogo con Diario LA LIBERTAD.
Inicialmente el proyecto surgió hace 2 años, con un grupo de 11 mujeres dentro de un centro carcelario, luego ese número fue creciendo y las mismas se fueron capacitando hasta contar con más de 100 integrantes, y de esas 42 actualmente trabajan en Esperanza, pensando en poder brindarles una segunda oportunidad, fortaleciendo todas esas competencias laborales que ellas tienen.
“Cada una de estas mujeres tiene muchas habilidades con sus manos. Durante todo el proceso han aprendido aquellas actividades que antes desconocían y que han adquirido mediante la práctica. Con una metodología específica, ellas te pueden hablar sobre la carta de color, fichas técnicas, la coherencia de los diseños, producción y control de calidad”, agregó la docente Quintero.
Así mismo, contó que sus creaciones han participado en otras ferias reconocidas como Colombia Moda y valoradas de manera internacional en eventos importantes realizados en otros países.
Destaca que de esta manera han podido llevarles un sustento económico a sus familiares, por lo que las barreras metálicas del centro penitenciario no han sido ningún impedimento para poder salir adelante y de esta forma poder rehabilitarse y escapar por unos momentos de aquel encierro a través del arte de la bisutería.
“Más que trabajo, para mí ha sido un regalo de Dios ya que gracias a Esperanza, nosotras hemos adquiridos muchos conocimientos y descubrir nuestros talentos. De ahí, podemos sustentar a nuestras familias para aquellas que como yo somos madres, por eso ha sido una oportunidad bastante satisfactoria. También he recibido algunos reconocimientos por esta labor, hace unos días la primera dama del Distrito nos visitó y me entregó una medalla por ser buena trabajadora y responsable al igual que otras compañeras. Y a pesar de que no estoy libre estas oportunidades que nos han brindado me hacen sentir como si lo estuviera de alguna forma”, compartió la reclusa, Elizabeth Barrozo.
Mientras que Liliana Reales, directora de producción compartió con el medio que “Esta ha sido una segunda oportunidad para todas, ya que contamos con esperanza a pesar de estar encerradas. En mi caso como jefe de producción, me hago cargo de recibir los productos de las chicas y ver su calidad… Gracias a ello, hemos ayudado bastante a nuestros seres queridos en estos momentos de crisis causados por la pandemia. También es una oportunidad para salir, el cual ha sido una bendición ya que podemos mostrar los productos que hacemos con amor y pasión. Nos ha ido muy bien porque a muchas personas les ha gustado el trabajo, además han valorado nuestro esfuerzo, puesto que en ningún momento hemos sentido rechazo y nos colaboran mucho ya que todos somos iguales”, compartió la mujer.
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