Por: María Alejandra Barrios

Durante mucho tiempo el intestino se ha visto relacionado con las enfermedades inflamatorias, una patología que es impredecible y compleja, aquella que sin duda alguna afecta la calidad de vida de los jóvenes y adultos.

Es por eso que en vísperas del Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, en diálogo con LA LIBERTAD la doctra Viviana Parra, médica internista, especialista en reumatología y gastroenterología, nos explica los datos curiosos sobre esta afección y cómo poder prevenirla.

Recordemos que la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, (EII), es un proceso inflamatorio crónico de carácter sistémico y expresión predominante en el tracto gastrointestinal de origen desconocido. Exisías dentro de la enfermedad que comparten ciertas características clínicas y patológicas, por un lado, la Colitis Ulcerativa, CU, que afecta fundamentalmente al recto y parte del intestino grueso, pudiendo extenderse hasta el resto del colon.

Y por otro lado, la enfermedad de Crohn, EC, que puede afectar todo el intestino, desde la boca al ano.

De igual manera, se puede encontrar la colitis indeterminada cuando resulta imposible diferenciar ambas entidades, esto se presenta aproximadamente en el 10% de los casos, según lo indica la Sociedad Valenciana de Reumatología, SVR.

“Tienen un origen multifactorial, donde se presentan unas alteraciones en las defensas y estas comienzan a atacar nuestro propio sistema digestivo.

Puede presentarse por problemas genéticos, por componentes medio ambientales, el con[1]sumo del tabaquismo, entre muchos otros que pueden disparar esta enfermedad”, contó la experta.

Además agregó que como no tiene cura, pueden ocasionar algunas complicaciones en los pacientes que necesitan medicamentos especiales, por los que es de vital importancia contar con la presencia de un especialista entrenado en esta área para poder brindar un tratamiento oportuno a tiempo.

¡Ponte alerta con estos síntomas!

Dentro de los signos y síntomas más frecuentes de la enfermedad de Crohn como de la colitis ulcerativa, se encuentra la diarrea crónica, fiebre y fatiga, dolor y cólicos abdominales, sangre o moco en las heces, disminución del apetito, pérdida de peso, anemia, entre otros.

Adicional a estos pueden presentar fístulas al nivel del ano y la vagina en la que pueden salir pus o deposiciones a través de estos orificios; también los pacientes pueden tener afectaciones en las articula iones y presentar hinchazón en las coyunturas, dolor en la columna; inflamación en los ojos llamada uveitis (caracterizado por su color rojizo) y pérdida visual; manifestaciones en la piel, ya sea ulceradas, enfermedades hepáticas, cálculos biliares, entre otras. Síntomas que se aparecen fuera del intestino pero que pueden antes o incluso durante el trayecto de la enfermedad.

Esta enfermedad tiene unos periodos de recaída y remisión, es decir que se pueden presentar momentos en donde la enferme[1]dad se encuentre apagada, como puede volver a despertar. Es por eso que se necesita un constante manejo médico a pesar de que el paciente en el momento no cuente con algún tipo de síntomas.

¡Deja la pena!, es una enfermedad normal

se cohiben de buscar ayuda médica por miedo y pena del que dirán, sin embargo, la especialista recomienda quitarse esa barrera y con[1]sultar sin temor alguno ya que es una patología común que le puede dar a cualquiera. “Muchas veces el paciente no consulta porque le da pena decir que tiene diarrea, defeca con sangre o le sale pus por ser algo muy íntimo, y en vez de buscar atención con un experto, busca cualquier excusa o solución, cometiendo el error de automedicarse, como usar o abusar de cualquier antibiótico”, resaltó Parra. Muchas de las personas que padecen de esta enfermedad en la mayoría de los casos.

Desmintiendo los mitos de las EII

Si ya tienes un diagnóstico de EII, la doctora exalta que hay que quitarse aquel miedo de “que te vas a morir” o “va a ser lo peor que te ha pasado en tu vida”, ya que en la actualidad hay muchos médicos entrenados en este proceso ya que cada vez se hace más frecuente en Colombia.

Según estudios realizados por la Fundación de Enfermedad Inflamatoria Intestinal Colombiana, se documenta una incidencia de 86 casos por 100.000 habitantes, presentándose con mayor frecuencia en mujeres, en un 58%.

 En el caso de la colitis ulcerativa se registraron 113 casos por 100.000 habitantes. Y en relación con el compromiso articular en enfermedad inflamatoria intestinal, el estudio estableció una prevalencia de 5 por 100.000 habitantes, con mayor proporción de pa[1]cientes en el sexo femenino, con un 64%.

Otros de los mitos más comunes son aquel que dicen: “soy joven y no me va a dar”. Esto es falso, pese a ser una enfermedad de predominio en la edad adulta (con un pico de incidencia en el adulto joven y un segundo pico menor por encima de los 65 años), su aparición en la edad pediátrica es cada vez más habitual, debido a que el pico de presentación en la infancia se sitúa entre los 11-13 años.

Es por eso que esta afectación no implica a que los niños, adultos y personas de la tercera edad no pue[1]dan experimentarlo. “También es importan[1]te resaltar que aún no existe una cura, por lo que no te dejes engañar, ya que cada vez más existen personas que ofrecen ‘medicamentos milagrosos’ y los pacientes gastan su dinero con productos que no han sido aprobados para esto y lo que traen son más efectos secundarios”, aclaró la doctora.

¿Qué pasa si no quiero realizar el tratamiento?

Si no se diagnostica a tiempo o no se le realiza un tratamiento oportuno, este puede ocasionar enfermedades más graves y complicaciones como: requerir intervención quirúrgica, daños en otros órganos como el hígado, cáncer de colon, o causar la muerte en los casos más extremos. Para la doctora Parra, es importante tener en cuenta las siguientes recomen[1]daciones:

• Dormir lo suficiente: acostarse y levantarse a la misma hora todos los días.

• Realizar actividad física: la actividad física regular y el ejercicio pue[1]den ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Encontrar una actividad que incluya movimiento, idealmente ejercicio aeróbico.

• Evitar el tabaco, el alcohol y las drogas: el consumo de cigarrillo no solo aumenta el riesgo de enfermedades pulmonares, sino que empeora la enfermedad inflamatoria intestinal.

• Comer de manera saludable: Elegir una dieta bien balanceada que no incluya azúcar refinada y limitar la cafeína, ya que puede aumentar el estrés y la ansiedad. Consumir abundante agua (al menos 8 vasos al día) y fibra a diario. Procurar consumir lácteos descremados y deslactosados.

Es importante entender que cada organismo es diferente y así debe ser tratado por el especialista. Nunca se debe seguir una dieta sin antes consultar con el médico tratante. Tener una buena higiene: Se recomienda un lavado de manos antes y después de los alimentos, así como antes y después de entrar al baño.

• Evitar el contacto con personas enfermas de cuadros virales como gripe o gastroenteritis, pues el contagio puede ser fácil generando una recaída de la enfermedad.

Cumplir con los controles médicos: así se esté en remisión o en recaída de la enfermedad es fundamental realizar controles médicos con el gastroenterólogo y/o coloproctólogo, siempre ser adherentes y constantes con los tratamientos.

#cadenaradiallalibertad