Por: Valeria Tuiran
Liderar proyectos con objetivos sociales es una elección que acarrea una serie decisiones complejas y a su vez llenas de valentía, las cuales Jennifer Meza, mejor conocida como Jenn del Tambó, ha sabido tomar desde que comenzó la iniciativa ‘Red de Tamboreras de Colombia’, el cual es un espacio abierto y colectivo que busca resignificar el papel de la mujer en el mundo de la música tradicional colombiana, y a su vez contribuir para levantar la voz de empoderamiento, unión, fortaleza, y sobre todo, demostrar que los instrumentos no tienen género alguno.
‘Red de Tamboreras de Colombia’ nació en el año 2016, tiempo en el que se convocaron distintos grupos de mujeres en la ciudad de Barranquilla, epicentro de la iniciativa, para que aprendieran a tocar tambor de forma gratuita y a hacer un lado las distintas estigmatizaciones que se han generado a lo largo de los años sobre las actividades que pueden y no hacer “las niñas’. Todo esto liderado por la misma Meza y Grace Lazcano, cantautora conocida como Orito Cantora, quienes soñaron, crearon e idealizaron cada etapa de esta idea que hoy hace eco en distintas partes del mundo.
Próximamente, la red llegará a tierras europeas con el objetivo de realizar un intercambio cultural y de enseñanza con las mujeres residentes de Suiza y otras ciudades; en esta oportunidad les compartirán sus conocimientos acerca de los numerosos ritmos del Caribe colombiano a través de talleres y charlas que se desarrollarán del 25 de septiembre al 9 de noviembre de 2021.
“Estos encuentros que hemos venido creando con mucho amor es para abrirle camino a todas las mujeres que disfrutan de la percusión, no sólo en nuestro país, o en Suiza, sino en cualquier parte a donde podamos y soñamos llegar. Es momento de enseñarle al mundo que nosotras también somos capaces de estar frente a estos instrumentos, que tenemos nuestra propia fuerza y somos libres de decidir lo que queremos ser”, contó a Diario LA LIBERTAD Jenn del Tambó.
Asimismo, agregó que hasta el momento ha trabajado con aproximadamente dos mil mujeres que, así como ella, sienten inclinación por la percusión y los ritmos tradicionales. A través de esta red que continúa creciendo a nivel mundial espera seguir conectando con los diferentes países para velar por la salvaguardia de la cultura representativa del Caribe.
Un ejemplo de rebeldía con causa admirable
Cada idea significativa puede tomar valor con base en algunas vivencias. Inspiradora y ejemplar, así es la historia de Jennifer Meza, quien sintió una desmesurada pasión por los tambores cuando tan sólo era una niña, ver los diferentes grupos de percusión unidos en una misma melodía le permitieron soñar con algún día ser ella quien golpeara los cueros para crear su propia música, y aunque siempre le dijeron que este no era un instrumento que pudieran tocar las mujeres, afortunadamente pudo resistir a la negación de muchas personas en su entorno sobre su idea y anhelo de convertirse en una tamborera.
“A la edad de 10 años nació el amor por este instrumento, me encantaba, pero me decían que las niñas no podían tocar, siempre recibía un no, con lo que no contaban era que para mí un no, era un sí. La pasión por el tambor me ha permitido ir por el mundo compartiendo este sentimiento con otros, así que esto morirá el día que yo también muera”, aseguró entre risas.
Su proceso de formación musical no fue nada sencillo, pero sí bastante multifacético. Sus primeros conocimientos los adquirió a través de la tradición oral de música tradicionales, para luego de esto fortalecer sus destreza y habilidades con estudios más avanzados. Pero esto no es todo, también estudió enfermería, rama de la salud donde también se desenvuelve de una admirable manera, además de haberse preparado en Administración.
Sin embargo, Jenn del Tambó siempre ha tenido muy en claro lo que espera hacer el resto de su vida, que es tocar tambor. Acerca de esto asegura que, “vivo feliz con lo que hago al lado de mis casi 60 tambores”.
Con el pasar de los años, la percusionista ha logrado realizar cada uno de sus propósitos y sumar algunos reconocimientos entre los que se encuentra haber sido la primera mujer en ganar en la categoría de mejor intérprete del tambor alegre, o tambor hembra, en la XXVII edición del Festival Nacional de Gaitas en Sucre; convocatorias del Ministerio de Cultura, entre otras a nivel nacional en países como Brasil y Suiza. Así como también tuvo la oportunidad de trabajar en algunos proyectos de la mano de grandes artistas como Leonardo Gomez, Julián Román y Natalia Bedoya.
Sus objetivos son bastantes claros, por ahora continuará trabajando con la ‘Red de Tamboreras de Colombia’ en la búsqueda de un punto de equilibrio de género a través del tambor y la percusión, con lo que espera posicionar a las mujeres en los distintos ritmos del Caribe colombiano y demostrar que este instrumento no solo fue creado para ser golpeado por manos masculinas, sino también por todas aquellas apasionadas por la música tradicional.
“Vamos a seguir construyendo ese crecimiento personal en el que sean favorecidas todas las mujeres, y que partir de ahí, ellas puedan ser un referente maravilloso para las futuras generaciones, dejando en lo alto a nuestro país, sus tradiciones, y continuar visibilizando el talento femenino. Nuestro lema en la red de tamborearas es que la única piel que debe ser golpeada es la del cuero del tambor, así que, ¡mujeres, a tocar los tambores!”, puntualizó.
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