Por: Valeria Tuiran

En la actualidad, muchas de las personas están llevando un estilo de vida guiado por las aparentes ‘dietas mágicas’, un patrón alimentario sin fundamento científico que además de prometer resultados en poco tiempo, ponen en riesgo el estado óptimo de salud y en el peor de los casos pueden presentar carencias nutricionales y alteraciones metabólicas con consecuencias graves.

Estas tendencias se han estado expandiendo de manera acelerada a través de las redes sociales; se ha normalizado ingresar a internet y encontrar distintos anuncios publicitarios que indican procesos con resultados en sólo días y de una forma económica, los cuales están al alcance de millones de usuarios que quizá por no tener conocimientos previos sobre una alimentación sana y equilibrada, prefieren no cuestionar y así, intentar conseguir ‘un milagro’.

Para despejar algunas dudas sobre esta nueva tendencia masiva, la nutricionista Lorena Gómez compartió con Diario LA LIBERTAD algunas ‘dietas mágicas’ que se han vuelto cada vez más común, con el objetivo de dar a conocer sus posible consecuencias, que las personas puedan identificarlas y recalcar que, por más que puedan parecer un canal atractivo, no siempre será el camino más sano para el organismo y el adecuado para lograr los objetivos soñados.

“Las dietas mágicas pueden tener un efecto negativo posteriormente en la salud porque además de no ser sostenibles, no son realizadas pensando individualmente en el ser humano. Estos patrones tienen un objetivo colectivo, por lo que empiezan a desvincular la genética personal de cada persona, su conducta alimentaria, sus creencia, cómo venía alimentándose, su predisposiciones genéticas a desarrollo de enfermedades; que sean masivas en un gran problema y no es la forma correcta de llevar una alimentación”, dijo la experta.

Uno de los modelos de alimentación muy común en la actualidad es la dieta Keto, la cual ha sido una de las más buscadas los últimos años para quemar grasa de manera rápida, pero que realmente desde sus inicios fue pensada para personas con patologías asociadas a nivel nervioso o cerebral. Dentro de las consecuencia de este patrón alimentario en el que se ve eliminado el consumo de carbohidratos, pueden aparecer a corto plazo la migraña, mareos, estreñimientos. A largo plazo, cuando en algún momento se decida ingerir nuevamente esos alimentos después de dicho proceso, se pueden presentar los populares rebotes.

Otra de las dietas es comúnmente conocida como ‘Gluten free’ (libre de gluten), un modelo alimenticio con el que muchas personas piensas que al eliminar todo este conjunto de proteínas, las circunstancias naturales del ser humano van a cambiar, cuando realmente esto no depende de algún nutriente sino de la importancia de buscar un equilibrio con lo comida. Estos patrones de alimentación no son realmente malos si se les da un sano manejo, sin embargo se han tergiversado y están siendo utilizados con fines más exigente para el organismo de las persona.

También se ha normalizado realizar ayuno intermitente o fácil, con la idea errónea de bajar de peso sin tener en cuenta los daños que pueden ocasionar a la salud y el funcionamiento de cada individuo. “Cuando los ayunos no son controlados ni bien guiados, se presentan periodos de mareo, desmayos, acidez y gastritis. Si esto se lleva a cabo sin un modelo de alimentación bajo en calorías, no se van a ver los resultados”.

Vale la pena resaltar que las personas también pueden verse perjudicadas de manera emocional. Cuando se eliminan ciertos nutrientes también están siendo eliminados transmisores de felicidad los cuales son aportados por algunas comidas en específico. Desde la parte psicológica también se presentan fracturas debido a que la restricción de comida afecta todos los ámbitos del ser humano y lo hace más vulnerable a sufrir un Trastorno de la Conducta Alimentaria.

Usualmente se ha relacionado el término dieta con un régimen alimenticio, es decir, con restringir las comidas, sin embargo, esta se basa realmente en la elección de alimentos que se hace diariamente, en cuento a composición, frecuencia y cantidad. Dicho esto, surge la pregunta ¿Cómo sería una dieta saludable?, respecto a esto, la nutricionista resalta que esta va ser posible estructurar una vez cada individúo reconozca cuales son las necesidades de su organismo para así intervenir y buscar el cambio.

“No existe una dieta saludable estipulada; cada persona debe aprender a reconocer las señales de su cuerpo y a partir de eso tener claro que es realmente lo que necesita para estructurar su plan alimenticio y buscar ese cambio. Debo aclarar que si hay patrones que se mantienen como lo es el no hacer consumo de grasas saturadas, no consumir demasiada azúcar, evitar los alimentos ultraprocesados, ya que que todo esto tiene consecuencias a largo plazo. El secreto es adaptar esta guía con lo que sabemos que nuestros cuerpo necesita”, señaló Gómez.

Mitos y verdades en las dietas

Los carbohidratos engordan: mito. Si se consumen las cantidades necesarias durante el día no hay razones para que se presente un alta de peso.

Comer por la noche engorda: verdadero. Después de una hora específica el cuerpo comienza a prepararse para descansar, las hormonas no están activas como en la mañana, por lo que ingerir alimento a cierto horario puede contribuir a la subida de peso.

No mezclar carbohidratos y proteínas: mito. Aunque puede tener cierto beneficio en el metabolismo de los alimentos en el estómago, no debe ser preocupante si se consume un plato de nutrientes equilibrado.

No comer entre comidas: mito. Cada persona hace un balance de lo que come, lo mismo pasa sobre los horarios en los que se ingieren alimentos y cuantas veces puede comer al día; esto depende de las actividades físicas, el entorno, trabajo y condiciones de cada persona.

Indicaciones para una alimentación saludable

La nutricionista Lorena Gómez también compartió algunos consejos que pueden tener en cuenta aquellos que quieran iniciar el camino de un estilo de vida saludable, entre los que resaltan: desvincularse del pensamiento de que comer saludable deber ser ‘feo’ o ‘caro’, y moderar la frecuencia de consumo, la cantidad y modo de preparación.

“No tengan miedo de iniciar un estilo de vida saludable y eliminen la palabra restricción. Busquen una motivación y enfóquense en ella. También los invito a que se eduquen en todo este tema para evitar seguir tendencias que pueden hacerle daño a nuestro cuerpo si las llevamos a cabo como nos lo indican algunas redes sociales. No hay que tragar entero, hay que investigar o acudir a personas que tengan conocimientos”, finalizó.

#cadenaradiallaibertad