Por: Redacción
La ley italiana castiga el suicidio asistido con una pena de 5 a 12 años de prisión, sin embargo, en 2019 el Tribunal Constitucional introdujo una excepción para aquellos pacientes mantenidos con vida mediante tratamiento y que padecen una patología irreversible, lo que permitió que por primera vez se obtuviera la autorización para dicho procedimiento.
El primer paciente es un tetrapléjico de 43 años, que lleva la última década inmovilizado en la cama, quien quedó así a raíz de un accidente de tráfico y será sometido al suicidio médicamente asistido en ese país. Según el anuncio por la Asociación Luca Coscioni, “el Comité de Ética (del servicio sanitario público) constató que el hombre se encuentra dentro de las condiciones establecidas por el Consejo para acceder al suicidio asistido, por primera vez en Italia”.
El país italiano se ha caracterizado por tener una fuerte tradición católica, sin embargo, la Asociación Luca Coscion hizo una petición a favor de un referéndum sobre la legalización de la eutanasia.
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