Por: Redacción
El uso prolongado de pantallas durante varias horas al día, la falta de descanso y pausas activas y, en general, la poca atención que se presta en el día a día a los ojos, podría ocasionar cansancio, ardor, dificultad para leer, concentrarse y hasta dolores de cabeza o de cuello y espalda. De ahí la importancia de contar con hábitos que cuiden la salud visual, por ejemplo, ubicando los elementos como el celular o computador a una altura y distancia adecuada, contar con iluminación óptima y sentarse de manera apropiada.
Al respecto, Carlos Eduardo Mestre, cirujano y oftalmólogo menciona cuatro consejos para cuidar los ojos y prevenir la aparición de problemas visuales graves:
- Realice actividades con la iluminación adecuada y sin esforzar los ojos: leer o utilizar pantallas con poca luz es un hábito que genera un mayor esfuerzo para los ojos y puede dañar la vista. Cuando se realiza alguna actividad y se aprietan los párpados, además de disminuir la luz que ingresa por los ojos, se podrían afectar los músculos y con el tiempo generar contracciones similares a un tic que lo único que indican es cansancio.
De igual forma, el esfuerzo que realizan los ojos para enfocar cuando la iluminación es inadecuada o se tienen los elementos muy cerca, puede ocasionar un espasmo ciliar, lo que impide que los ojos se relajen por completo cuando vuelve a ver de lejos. Esto, además, podría ocasionar visión borrosa, sin que la fórmula de sus gafas haya aumentado, lo que podría llevarlo a cambiar sus lentes sin necesitarlo realmente.
2. Realice pausas para darle descanso a sus ojos: lo idea es dejar descansar la vista, por lo menos, cada 20 minutos. Tenga en cuenta que cerrar los ojos no es suficiente. Es necesario mirar cosas que estén a una distancia considerable y enfocar letras o textos lejanos. “Así como a veces hay que ir a fisioterapia para aprender cómo superar y tratar un dolor muscular, una persona puede aprender ejercicios de ortóptica (fisioterapia de los ojos) para resolver los problemas de acomodación” afirma el doctor Mestre. Los ejercicios de ortóptica permiten retrasar la aparición de la presbicia, la cual se manifiesta generalmente después de los 40 años, y cuidar la flexibilidad del cristalino. Por ello, no dude en consultar con su optómetra lo que debe tener en cuenta para sus pausas.
3. Utilice las gafas adecuadas: esto hace referencia tanto a la fórmula de sus lentes como a los filtros necesarios. Recuerde acudir a sus chequeos para revisar y rectificar esto, por lo menos, cada dos años. Tenga en cuenta que cada condición ocular tiene exigencias diferentes que deben ser abordadas con precisión. Asimismo, ahora existen variedades de filtros, materiales, tipos de lentes, entre otros. De ahí la importancia de asesorarse siempre de un experto.
4. No se automedique: las gotas, lágrimas artificiales y colirios no son para todos. Hay gotas para cada tipo de superficie ocular y, por ende, lo que aplique en sus ojos debería contar con el visto bueno de un experto que lo haya examinado y pueda determinar qué es lo que realmente necesita. Si siente sequedad y/o picor, lo mejor es que consulte con un especialista.
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