Por: Valeria Tuiran

Cerca del 1.5 por ciento de la población mundial ha sido diagnosticada con vitligo, una enfermedad poco frecuente que tiene como rasgo característico la proliferación de zonas desprovistas de pigmentación en la piel, considerada una patología con una alta carga emocional que afecta el autoestima debido a los estereotipos de belleza que se han disparado los último años en la sociedad y que la señalan como un padecimiento antiestético.

En palabras de la dermatóloga Esperanza Meléndez, el vitiligo es una enfermedad cutánea y autoinmune que genera la pérdida del color en las distintas zonas de la piel, que se presenta cuando los anticuerpos afectan y/o destruyen los melanocitos (célula encargada de producir el pigmento), además de ser hereditaria.

“Cuando alguien presenta esta enfermedad cutánea muchos creen que al paciente se le deben subir las defensas, y no, no es así; hay es que regularlas. Es importante comprender que esta despigmentación se presenta cuando nuestro sistema inmunitario, que se supone debería proteger el cuerpo, lo que hace es atacarlo, por esto es que el vitiligo entra en la lista de los diagnósticos autoinmune”, señaló la experta en entrevista con Diario LA LIBERTAD.

El vitiligo y la salud emocional

Aunque la causa exacta de esta afección es desconocida, existen varias hipótesis implicadas, entre esas está la liberación de la sustancia Neuropéptidos, expulsada en situaciones de estrés y de angustia. Esto deja en evidencia el papel fundamental que juega la salud emocional y psicológica en torno a la posibilidad de sufrir despigmentación en la piel, lo cual es mas notorio en personas de tez oscura.

“Todos deberían saber la importancia que tiene el factor emocional en el desarrollo de esta patología ya que la enfermedad puede ocurrir después de vivir una situación emocional muy fuerte; creo que esto se ha visto reflejado durante y después de vivir el proceso del covid-19. La pandemia desencadenó y agravó muchas afecciones, entre esas el vitiligo, la dermatitis atópica y el acné”, aseguró.

El vitiligo puede presentarse en dos tipos, el segmentario, lo que quiere decir que las manchas blancas aparecen en una región específica en un solo lado del cuerpo, y el no segmentario, que se puede presentar a cualquier edad y afecta a distintas localizaciones del cuerpo. Este último es el más común.

Las zonas del cuerpo que pueden verse afectadas con mucha más frecuencia son: alrededor de los ojos, boca, manos y pies, además, la despigmentación puede desencadenarse en lugares específicos que han sufrido de procedimientos quirúrgicos, lo que quiere decir que las manchas se manifiestan en torno a la misma cicatriz.

La población con más probabilidad de sufrir esta patología son los niños o menores de 20 años y adultos con una edad superior a los 50. Asimismo es más frecuente en aquellas razas que tienen mayor cantidad de pigmentación en la piel y se cree que exista más prevalencia en el género femenino.

¿Puede detenerse la despigmentación cutánea?

Aunque no existe una cura, hay métodos que pueden ayudar a detener o retrasar el proceso de cambio de color, además de recuperarla.

En cuanto a los tratamientos, la Dra. Meléndez explica que pueden ser medicamentos por vía oral y aplicados, hasta llegar a la fototerapia, considerada actualmente la herramienta más poderosa para tratar este diagnóstico, utilizada cuando el vitiligo ya ha causado más del 10% de lesiones en el cuerpo del paciente. Los expertos buscan con el tratamiento una eficacia del casi 80%, sin embargo, hay personas como los niños, que pueden repigmentarse completamente (volver a su color de piel), por lo que el diagnóstico oportuno tiene más opciones terapéuticas a diferencia de una persona que lleva años afectada con esta patología.

“Hasta el momento la mejor respuesta y eficacia se ha visto en niños, quienes además de ser parte de la población que más se ve afectada, tienen la posibilidad de volver a tener su piel normal gracias a la atención oportuna. Hay adultos que de cierta manera ya llevan tantos años haciéndole frente a esta afección que a veces llega un punto en el que dejan de prestarle atención a estos cambios, esto puede ocurrir porque se cansaron emocionalmente muy rápido o no agotaron todas las opciones. Frente a este proceso es necesario tener mucha paciencia para que pueda responder”, resalto Meléndez.

A pesar de ser un diagnóstico clínico fácil, es necesario que los pacientes sean vistos por un experto debido a los múltiples factores de su causa. En caso que la valoración resulte confusa o genere dudas, los dermatólogos acuden a utilizar otras pruebas para su identificación; entre esas la Lámpara de Wood: una luz ultravioleta que se enfoca sobre la piel y genera un resplandor en las zonas con menos células pigmentarias.

Como anteriormente ya se mencionó, el vitiligo tiene gran afectación en la salud mental y emocional del paciente diagnosticado debido a los distintos estereotipos de lo que es la ‘belleza’ para la sociedad actual, respecto a esto, la dermatóloga aconseja poner gran cuidado sobre todo en los comportamientos de los niños y jóvenes afectados, además de acudir a ayuda psicológica que permita sobrellevar este proceso de una forma sana.

“Aunque sea difícil de aceptar, a nivel escolar el bullyng es muy alto, por lo tanto, los padres y maestros tienen la responsabilidad de educar a los niños y a las personas cercanas sobre lo que implica esta enfermedad para que no piensen que la patología es contagiosa, o que esto va causarles algo; de esta forma será posible crear una empatía entre el entorno y la persona diagnosticada. De verdad que es nuestro deber entender la carga emocional que esta afección genera en el ser humano”.

Dentro de las recomendaciones o consejos que comparte la experta a fin de que las personas cuiden su cuerpo y puedan en lo posible evitar que el estado de la piel llegue a una despigmentación, resaltan: usar protector solar, ya que las manchas pueden ocurrir a causa de una quemadura por el sol. Se recomienda utilizarlo desde los 6 meses de edad y retocarlo cada cierto tiempo; realizar un buen cuidado diario de la piel; evitar el estrés y los distintos tipos de malestares que puedan descompensar las emociones y además, aceptar y asumir el problema. 

Lo que debe saber:

•   El vitiligo también puede ocurrir después de una quemadura solar.
•   No causa dolor, no pica y no duele.
•   No tiene escama ni se ampolla.
•   Es de fácil diagnóstico. 
•   No se trasforma en nada maligno, no es contagioso.
•   Las zonas despigmentadas se vuelven sensibles al sol.
•   Puede ser el indicio de otra enfermedad como la diabetes y tiroides, entre otras.
•   Su tratamiento no tiene riesgo.

Finalmente, la dermatóloga Esperanza Meléndez le hace una invitación a aquellas personas que se encuentran haciéndole frente a este proceso a que “no tiren la toalla”, “ni se cansen”, sino que tengan mucha adherencia en cuando a la guía o tratamiento indicado por su médico de confianza.

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