Por: Redacción

Luego de haber sido confirmada la agenda para la celebración de la fiesta cultural insignia de Colombia, la Arquidiócesis de Barranquilla envía un mensaje a la comunidad sobre la realización del carnaval, asegurando que estas fechas no afectarán las vivencias de la Cuaresma y la Semana Santa en el departamento del Atlántico. Monseñor Pablo Emiro Salas después de socializar los temas del cambio de fechas de las carnestolendas con los entes gubernamentales de Barranquilla emite información sobre la decisión tomada con respecto a la vivencia y reencuentro de fe que tienen los católicos en la cuaresma y la Semana Santa donde se reflexiona sobre la crucifixión, muerte y resurrección del señor Jesucristo.

La vivencia del tiempo de Cuaresma no depende de la fecha que se establezca para el carnaval. Por lo tanto, los días asignados al Carnaval de Barranquilla con ocasión de la pandemia no tendrían porqué afectar a los católicos de esta región en cuanto a las prácticas de la fe y de las tradiciones piadosas propias del tiempo de Cuaresma que comenzaremos a vivir el Miércoles de Ceniza. Sin embargo, hubiéramos preferido, por supuesto, una fecha distinta para los carnavales.

Tomando como decisión que las fechas de la Cuaresma y de la Semana Santa, que nos preparan para la celebración del Misterio Pascual de Jesucristo, se mantienen inamovibles conforme al calendario litúrgico de la Iglesia Católica Romana, así: Miércoles de Ceniza: 2 de marzo. Tiempo de Cuaresma: Del 2 de marzo hasta el jueves 14 de abril, en la Misa vespertina de la Cena del Señor y la Semana Santa: Del 10 al 17 de abril.

Ante las circunstancias, la Arquidiócesis de Barranquilla invita a la feligresía a dar un mayor testimonio de fe y a poner por encima de toda expresión cultural, la identidad cristiana católica, puesto que el aplazamiento del carnaval no supone también el aplazamiento de las vivencias propias de la fe, como la Cuaresma, la Semana Santa y la Pascua, por demás, tiempos centrales de la fe católica.

En este mensaje transmitido por Monseñor indica que, mientras las fiestas populares transcurran, los bautizados deben prepararse convenientemente para la Pascua, viviendo con el debido recogimiento el espíritu de conversión propio del tiempo de Cuaresma.

Además, Salas le envía mensaje fraterno a las personas que se encuentran enfermos y pasan dificultades con la pandemia. “Aprovechamos la oportunidad para expresar, una vez más, nuestra solidaridad y cercanía, con todos los que han vivido y aún viven momentos difíciles a causa del Covid-19, en el mundo, en Colombia y en el Atlántico, especialmente para quienes luchan por su vida en una UCI o padecen los estragos del contagio “.

Finalmente, Monseñor Pablo le pide a Dios que después de los carnavales no haya una nueva subida de pico y que tampoco ante esa eventualidad, los primeros afectados terminen siendo, como ya ha sucedido, los creyentes que se congregan en los distintos templos.

Es importante recalcar que se debe tener siempre presente la importancia de valorar, cuidar y defender la vida.

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