Por Lino Villanueva
Las bandas papayeras o bandas de música de viento también son producto de un proceso de mestizaje. Su origen son los antiguos gaiteros indígenas, sumándosele luego la rítmica afrodescendiente junto con las trompetas, trombones, bombardinos, tubas y clarinetes que trajeron los barcos colonizadores. La banda papayera viene a ser el génesis de lo que posteriormente se denominó como Música Tropical Colombiana y que se convirtió con el tiempo en una gran industria que produjo multimillonarios dividendos. Agradecidos deberíamos estar con los que despectivamente y con desprecio llamaron “chupacobres” o “chiflañangos”.
Es así que la mayoría de pueblos del Caribe colombiano, por allá por los años cuarenta del siglo pasado, ya tenían sus propias bandas papayeras. Por ejemplo, en el departamento del Atlántico, en el municipio de Piojó, por esas épocas, la música que se conocía y se bailaba en fiestas y celebraciones populares era la que interpretaba la banda papayera del pueblo. Fue precisamente esta música la más fuerte influencia del prolífico compositor colombiano Isaac Villanueva Mendoza, nacido en Piojó e hijo de Marcelino Villanueva (ejecutante del trombón de pistones y el bombardino) y de Ercilia Mendoza (“cantadora tradicional” y también compositora).
El niño Isaac acompañaba a su padre a los ensayos de la banda municipal de Piojó. A los 14 años Isaac compone su primera canción titulada “En el duro”, aludiendo en su contenido al lugar de convites etílicos, bailes, rumbas y parrandas, es decir, la cantina más cotizada del pueblo en ese momento, llamada El Duro. Marcelino tuvo el acierto de valorar la vocación de su hijo y lo acompaña (ya en Barranquilla) a proponerle a Pacho Galán la grabación de la obra. Marcelino Villanueva sabía que los músicos en Barranquilla se reunían todas las mañanas en un punto ubicado exactamente en la carrera del Progreso entre calles San Blas (35) y San Juan (36) acera sur.
Allí llegaron Marcelino y su hijo Isaac a conversar con Pacho. Y efectivamente, la canción fue grabada por Pacho Galán con la Sonora Curro, en los estudios de propiedad de Curro Fuentes. Es aquí donde se produce un estartazo celestial para la vida de Isaac, ya que este empresario es quien posteriormente se interesa en ayudarle y se lo lleva a la ciudad de Cartagena, a trabajar como vendedor en su empresa disquera y lo motiva a estudiar Contabilidad en jornada nocturna. Viviendo en la ciudad heroica y vinculado laboralmente a Discos Curro, compone “Bocachica”, que fue interpretada por Aníbal Velásquez. Pedro Laza le graba “La lengua afuera” y la orquesta de Manuel Villanueva lleva al acetato la canción “Marcelino Marcelón” en homenaje a su padre. Esta misma orquesta de Manuel Villanueva, exitosa por aquellos tiempos, también graba “Pueblito viejo”, dedicada a su tierra natal. Reiterando el amor a su pueblo, Mario Gareña le graba “Piojó” y Juancho Polo Valencia le interpreta “Las muchachas de Piojó”.
Comenzando la década del sesenta, Isaac Villanueva da un paso arriesgado pero necesario en ese momento. Decide casarse con la barranquillera Aura Patiño e irse a la ciudad de Cali para establecer su propio almacén de discos. El almacén quiebra y se traslada a Bogotá, persistiendo en la misma línea de negocio con relativo éxito. Vuelve a Barranquilla y se emplea como administrador de Discos Eva. En 1.964 Antonio Fuentes (hermano de Curro Fuentes), lo llama para formar parte de la empresa Discos Fuentes, en calidad de representante comercial. Luego fue ascendido al cargo de Promotor de los artistas Fuentes en medios de comunicación.
Es en esta etapa donde conoce al empresario de radio Mike Char, quien fue el compositor de la canción titulada “Mi compadre Villanueva” grabada por el cantante Pastor López, resultando un éxito mundial. Es trasladado con toda su familia a la ciudad de Medellín para desempeñarse como director artístico de Fuentes. Ésta vendría a ser la fase más productiva del compositor piojonero ya que tenía carta blanca en Discos Fuentes para contactar a los artistas más talentosos del país en ese momento, llevarlos al estudio de grabación y simultáneamente encomendarle sus canciones.
De allí surgieron sus éxitos con los Corraleros de Majagual, Juancho Polo Valencia, Joe Arroyo, Joseíto Martinez, Fruko en sus diversas versiones, es decir, Los Tesos, Los Latin Brothers, Los Líderes, La Sonora Dinamita, Uganda Kenya, Los Pico Pico y Los Tupamaros. A Isaac Villanueva también le grabaron canciones artistas de otros sellos discográficos como Juan Piña, Los Vecinos de Nueva York y Wilfrido Vargas. La canción que le generó mayores utilidades fue “El pescador de Barú”, utilizada como banda sonora incidental de la película “Peligro inminente” protagonizada por el actor Harrison Ford.
Fue una vida larga, fructífera y divertida la que disfrutó el Tío Isaac Villanueva quien siempre resaltó a su tierra natal y a la que con frecuencia volvía a visitar, tanto que le dio tiempo para ser nombrado “alcalde por un día”, teniendo como secretarios de despacho a Juancho Polo Valencia y a su suegro (“el viejo Pati”) José Ángel Patiño, con quienes recorrió sus empinadas calles brindando tragos de ron blanco a sus pobladores. Y son muchos los recuerdos que llegan en fechas como ésta, pero en nuestra mente quedará presente la imagen de aquel niño que honraba a su padre, acompañándolo a los ensayos de la Banda Papayera del municipio de Piojó.
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