Lucía Nieves, una joven sahagunense orgullosa de sus raíces cordobesas, fue coronada como Reina Nacional del Bullerengue 2025, representando a Barranquilla, ciudad donde actualmente reside y estudia Licenciatura en Música en la Universidad del Atlántico. Su autenticidad, talento, y profundo amor por las músicas tradicionales del Caribe colombiano la convirtieron en la favorita tanto del jurado como del público durante el certamen.
Para Lucía, el bullerengue representa mucho más que un género musical: es una expresión viva de la memoria, la resistencia y la sanación, y ser su reina, asegura, “es un privilegio enorme, pero también una gran responsabilidad, porque implica alzar la voz por nuestras tradiciones vivas”.
Aunque nació y creció en Sahagún, Córdoba, tierra sabanera conocida por el porro, el fandango y la música de banda, fue en Barranquilla donde descubrió en profundidad el bullerengue. Este acercamiento se dio gracias al maestro Roberto Camargo y el grupo Cantadoras del Río, quienes le abrieron las puertas a este universo musical y le enseñaron su dimensión ancestral. “Conocía el bullerengue de nombre, pero no lo había vivido de verdad. Fue Cantadoras del Río el grupo que me enseñó gran parte de lo que sé”, relata Lucía.
Su trayectoria artística incluye la representación de Córdoba en otros certámenes, como Teen Universe Colombia y el Reinado Nacional de la Panela. Sin embargo, en esta ocasión decidió portar la banda de Barranquilla como un gesto de gratitud hacia la ciudad que le reveló la riqueza del bullerengue. A pesar de ello, no olvida sus orígenes: “Soy sahagunense a mucho honor. Amo la tierra de donde soy, pero representar a Barranquilla fue una manera de honrar a quienes me mostraron este camino”.
Lucía también proviene de una familia profundamente musical: su padre es gaitero y su madre, cantadora. Ambos han sido pilares fundamentales en su formación como artista y defensora del patrimonio cultural del Caribe. “Todo lo que soy se lo debo a ellos”, afirma con emoción.
Más allá de lucir una corona, Lucía asume su rol como Reina Nacional del Bullerengue con un propósito claro: expandir esta manifestación cultural a nuevos espacios y públicos. Entre sus propuestas están la realización de talleres itinerantes en colegios, veredas y universidades, así como la producción de contenidos digitales que permitan llevar el bullerengue a escenarios internacionales. “Ya me han escrito personas desde Europa y Asia queriendo aprender a bailar o cantar bullerengue. Eso hay que aprovecharlo”, asegura.
Asimismo, propone que los festivales creen listas de reproducción digitales, graben las presentaciones y acerquen el bullerengue a públicos jóvenes a través de redes sociales. Para Lucía, la clave está en modernizar la difusión sin perder la esencia, y sobre todo, en seguir fortaleciendo las raíces desde los territorios.
Habla del bullerengue con una pasión contagiosa. Lo define como una práctica sanadora y transformadora. “Te conecta contigo mismo y con tu raíz. Es una forma de resistencia, de sanar heridas, de reconectar con lo esencial. Yo soy testigo de cómo le cambia la vida a la gente”, explica.
En su camino ha contado con el acompañamiento de figuras clave del bullerengue como Diana Ramírez, Diana Moreno, Marcela Córdoba y La Poderosa, a quienes agradece por su apoyo incondicional. “Más que un título, me llevo el amor y la sabiduría de gente maravillosa que me acompañó en esta locura”.
Con humildad y compromiso, Lucía Nieves se proyecta como una embajadora cultural del bullerengue, decidida a llevar esta tradición a nuevos escenarios y generaciones. “Vienen muchas cosas bonitas, pero sobre todo viene mucho compromiso. El bullerengue no se puede quedar solo donde nació. Hay que llevarlo a nuevos rincones, hay que mostrarlo, enseñarlo y seguirlo viviendo con amor”, concluye.
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