La nueva entrega de la saga jurásica, Jurassic World Rebirth, dirigida por Gareth Edwards (Rogue One, The Creator) y protagonizada por Scarlett Johansson y Jonathan Bailey, ha despertado tanto entusiasmo como escepticismo entre la crítica y los seguidores de la franquicia. Presentada como una historia independiente, la película busca capturar el espíritu original de Jurassic Park de Steven Spielberg, a la vez que explora nuevas dinámicas dentro de un universo que ya suma más de tres décadas de aventuras con dinosaurios.

Ubicada temporalmente cinco años después de los eventos de Jurassic World Dominion, la trama se centra en Zora Bennett (Scarlett Johansson), una experta científica y líder de una expedición que viaja a una remota isla habitada por dinosaurios mutantes y asilvestrados. El lugar representa un nuevo escenario de peligro, donde las criaturas, alteradas genéticamente y fuera del control humano, amenazan tanto a los visitantes como a sí mismas en una batalla por la supervivencia.

La crítica especializada ha ofrecido una recepción mixta, con una combinación de elogios hacia el apartado técnico y reservas sobre la narrativa y su aporte a la mitología general de la franquicia.

Peter Debruge, de Variety, valora la actuación de Johansson y la representación de un personaje femenino fuerte y autónomo:

“Es especialmente satisfactorio ver a una mujer en el rol más fuerte del equipo, sin que sea el interés romántico de nadie”.
Sin embargo, también matiza:
“No se siente esencial para la mitología general de la franquicia ni señala hacia dónde podría ir en el futuro”.

Por su parte, David Rooney, de The Hollywood Reporter, sostiene que el filme puede resultar atractivo para los fanáticos veteranos, pero no alcanza a destacar dentro del conjunto de entregas:

“Los fanáticos de toda la vida deberían divertirse. Jurassic World Rebirth difícilmente encabece la lista de favoritos de la franquicia”.

Uno de los aspectos más aplaudidos es el trabajo de efectos especiales, particularmente en las escenas de acción finales. Rooney destaca el realismo y detalle de las criaturas generadas por computadora, mencionando especialmente el enfrentamiento final con un “D. Rex”, una nueva especie mutante.

Ian Sandwell, de Digital Spy, reconoce que el inicio de la película resulta lento y algo convencional, aunque rescata una secuencia en particular:

“La escena con un T-Rex y una balsa es de las mejores desde el filme original”.

Desde una postura más crítica, Jared Rasic, de Metro Times, confiesa su decepción ante lo que consideraba una oportunidad para innovar:

“Esperaba algo original dado que respeto el trabajo de Edwards, pero en vez de eso, sofocó mi entusiasmo”.
Aunque, paradójicamente, afirma que “es probablemente el mejor filme de la saga desde The Lost World, lo cual no la convierte necesariamente en una buena película”.

Liz Shannon Miller, de Consequence, defiende el valor de la cinta como experiencia autónoma:

“Demuestra que todavía es posible contar una historia emocionante dentro de la franquicia. Es la segunda mejor película de la serie, aunque queda como una aventura aislada más que como un nuevo inicio”.

El crítico Joey Magidson, de Awards Radar, sintetiza el sentir general:

“Para bien o para mal, es más de lo mismo. No hace mucho para distinguirse, ni termina siendo mejor o peor que otras entregas”.

Manuel São Bento, de FandomWire, concluye que el reparto cumple, pero la construcción de los personajes es superficial. No obstante, rescata momentos que logran despertar la «adrenalina infantil» de quienes crecieron con la saga.

Finalmente, Pete Hammond, de Deadline, sugiere que aún hay espacio para más entregas:

“Si hay un futuro octavo capítulo, cuenten conmigo”.

En resumen, Jurassic World Rebirth ofrece una dosis de nostalgia y espectáculo visual, aunque sin romper moldes. Para algunos, es una digna continuación; para otros, una oportunidad desaprovechada de renovar la saga con una visión más audaz.

#cadenaradiallalibertad