Después de años marcados por versiones sombrías y héroes torturados, Superman regresa al cine con una propuesta refrescante: recuperar la fe en la bondad. Esta nueva entrega está dirigida y escrita por James Gunn, reconocido por su estilo irreverente en películas como Guardianes de la Galaxia, pero que ahora apuesta por algo poco común en estos tiempos: la sinceridad.

Según Gunn, el filme trata sobre “un personaje puramente bueno en un mundo que no lo es”, un enfoque que contrasta con las tendencias recientes del cine de superhéroes. Para dar vida a este Superman renovado, eligió a David Corenswet, un actor con físico clásico y formación en Juilliard, cuya interpretación de Clark Kent lo muestra como un periodista comprometido y un Superman que aún está encontrando su lugar en el mundo. La historia comienza con el héroe herido en el Ártico, acompañado de Krypto, su perro volador con visión de calor, inspirado en el perro real de Gunn.

La película no ignora los conflictos. El principal antagonista es Lex Luthor, interpretado por Nicholas Hoult, quien ofrece una versión más cerebral del villano. Gunn describe a Luthor como un genio que ve a Superman como una amenaza a su supremacía intelectual y emocional, comparando su reacción con la de un artista celoso frente a una inteligencia artificial. Este enfrentamiento va más allá del combate físico: cuestiona la fe de Superman en la humanidad, un tema central del guion.

En el plano sentimental, el filme presenta a Lois Lane, interpretada por Rachel Brosnahan, como una mujer fuerte, incisiva, ganadora del Pulitzer y pareja sentimental de Clark. Su relación ya está consolidada al comienzo de la película y es fuente de conflicto: Lois desafía las motivaciones de Superman, lo que lo obliga a repensar su lugar en el mundo. “Ella piensa antes de actuar, él actúa antes de pensar”, dice Brosnahan, resaltando la dinámica moderna de la pareja.

Además de los personajes principales, el filme incorpora a figuras clásicas y nuevas del universo DC: Jimmy Olsen, Perry White, Cat Grant, y metahumanos como Hawkgirl, Guy Gardner, Mr. Terrific y la villana La Ingeniera, interpretados por Isabela Merced, Nathan Fillion, Edi Gathegi y otros. Gunn, como es habitual en su estilo, mezcla lo mainstream con elementos de cómics más oscuros, como los de The Authority y WildStorm.

Uno de los mayores retos técnicos fue representar el vuelo de Superman. Gunn y el coordinador de escenas de acción Wayne Dalglish se inspiraron en aviones de combate para lograr un efecto visceral y realista. Corenswet pasó horas suspendido en arneses, lo que describe como agotador, pero esencial para lograr una sensación de autenticidad. El traje también fue meticulosamente diseñado; el actor lo califica como “icónico”, destacando la emoción que sintió al verlo terminado.

La película marca el inicio del nuevo Universo DC bajo la dirección de James Gunn y Peter Safran, quienes decidieron comenzar con el superhéroe original. “Superman es esperanza”, dijo Safran. El rodaje incluyó locaciones simbólicas como Noruega, donde se construyó una nueva versión de la Fortaleza de la Soledad, y Cleveland, ciudad natal del personaje.

James Gunn reconoce sus influencias —All-Star Superman, Richard Donner, WildStorm—, pero aclara que esta es su visión personal del personaje. Un Superman optimista, noble, vulnerable, que comete errores, pero que siempre elige hacer el bien. Con una combinación de acción espectacular, profundidad emocional, humor (gracias a Krypto) y esperanza, la cinta busca marcar el comienzo de una nueva era para DC.

Como concluye Rachel Brosnahan: “Nos recuerda que los superhéroes no son los únicos poderosos. Todos tenemos esa fuerza dentro, si encontramos la forma de liberarla”. Si esta película logra hacer que el público crea, una vez más, en la bondad, entonces Superman habrá cumplido su verdadera misión.

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