El estreno de La vieja guardia 2 en Netflix reavivó el entusiasmo por la historia de los inmortales liderados por Andy (Charlize Theron), una guerrera milenaria que encabeza un grupo de personajes con la habilidad de resistir la muerte. La secuela no solo retoma los eventos de la primera película, sino que amplía su universo con nuevos personajes, amenazas emergentes y conceptos intrigantes, como la transferencia de la inmortalidad. Sin embargo, pese a su acogida, no hay planes confirmados para una tercera entrega.
Charlize Theron, protagonista y productora, ha sido clara en reiteradas entrevistas: no existe certeza sobre una continuación. En conversación con The Hollywood Reporter, comentó: “Nunca confiada, no. Una cosa que he aprendido en este negocio es que no hay garantías”. Según Theron, el equipo trató esta película con el mismo enfoque que la primera, sin suponer automáticamente que habría una secuela. “Fuimos completamente honestos al decir que no tenemos absolutamente ninguna idea de cómo sería esa próxima película”, afirmó.
A nivel narrativo, La vieja guardia 2 termina con un giro sustancial. La historia introduce personajes clave como Tuah (Henry Golding), experto en inmortalidad; Quynh (Verónica Ngo), la antigua compañera de Andy que había sido dada por muerta; y Discord (Uma Thurman), una nueva e intimidante figura que se revela como la inmortal original y antagonista principal. Nile (KiKi Layne), quien fuera la última incorporación al grupo, asume un papel crucial al descubrir que es capaz de convertir a los inmortales en mortales y viceversa, lo que redefine completamente las reglas del universo.
El final presenta a Discord escapando junto a algunos personajes, mientras Andy y Quynh se preparan para una nueva batalla. Este cierre deja preguntas sin responder y posibilidades abiertas, lo que generó gran expectativa entre los fanáticos por una tercera parte. Sin embargo, tanto la actriz principal como la directora Victoria Mahoney insisten en que el desenlace no fue diseñado como un anzuelo comercial, sino como la conclusión lógica de la narrativa.
Mahoney explicó que hubo muchas discusiones creativas sobre cómo representar el proceso de transferencia de la inmortalidad y la muerte de uno de los personajes. El equipo se propuso mantener la coherencia emocional y narrativa, sin perder credibilidad ni ante el elenco ni ante la audiencia. “Afortunadamente, tenemos actores increíbles y solo tuvimos que encontrar una forma de hacerlo verosímil para ellos”, aseguró la directora.
Pese a la sólida recepción del filme, no existe información oficial sobre una tercera entrega. Mahoney admitió que ni siquiera ella sabe si habrá una secuela: “No sé qué está pasando fuera de esta sala. Espero que sí, y que todos los que participen en esa tercera lo disfruten y la rompan. Yo no estaré ahí, pero estaré alentando”.
Por su parte, Theron habló sobre el reto físico y emocional que representa volver a interpretar a Andy, un personaje intenso y complejo. Subrayó que asumir nuevamente ese rol sin la certeza de continuidad solo aumenta la presión, pero también da una sensación de cierre satisfactorio: “Si este es realmente el final, al menos es uno sólido”.
La actriz también agradeció a Netflix por respetar la visión del equipo creativo y no forzar una dirección diferente. “Es muy generoso de su parte no habernos impulsado a ir en otra dirección. Aquí es donde siempre quisimos aterrizar la película y es muy reminiscente de la primera”, concluyó.
Con una historia que sigue atrayendo a miles de espectadores, personajes bien construidos y un universo que aún tiene mucho por explorar, La vieja guardia 2 se consolida como una secuela exitosa. Pero su futuro, por ahora, permanece en suspenso, alimentando tanto el misterio como el deseo de una continuación entre sus seguidores.
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