La reconocida actriz colombiana Vicky Hernández, conocida por su participación en emblemáticas producciones como Azúcar, Café, La casa de las dos palmas y Escobar, el patrón del mal, volvió a estar en el centro del debate público, no solo por su talento actoral sino por su firme defensa de los derechos laborales de los actores y por sus críticas al tratamiento superficial que los medios hacen de la cultura.
Durante el lanzamiento de la producción Cosiaca, en la cual tuvo un papel reciente y que fue realizada con el apoyo del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), Teleantioquia y otros patrocinadores, Hernández alzó su voz para denunciar las condiciones laborales precarias a las que se enfrentan muchos actores colombianos, especialmente en el contexto de la llegada masiva de producciones extranjeras al país. La actriz hizo un llamado urgente a las instituciones del Estado para que intervengan y protejan los derechos de quienes trabajan en el sector audiovisual.
En su intervención, expresó su preocupación por la tendencia de los productores internacionales a aprovecharse de las condiciones locales. “Aquí encuentran mano de obra barata, escenarios fantásticos y gente creativa que se le mide a resolver cualquier tipo de problema”, afirmó. Criticó además que se pague mucho menos a los actores nacionales que a los extranjeros, aun cuando se trata de producciones de gran alcance. En palabras suyas, “hacen sus trabajos con la gente nuestra” pero sin ofrecer una remuneración justa.
Hernández fue enfática al pedir una política de reciprocidad. Subrayó que cuando un colombiano viaja al exterior para trabajar, debe cumplir una serie de requisitos legales y administrativos. “¿Por qué no hacemos lo mismo aquí?”, cuestionó, sugiriendo que Colombia debería exigir a los extranjeros las mismas condiciones que se les exigen a los nacionales cuando trabajan fuera. Para la actriz, la globalización no puede ser solo un flujo unilateral de beneficios: debe incluir también un respeto mutuo por los derechos laborales y artísticos.
En esa misma línea, hizo un llamado a reflexionar sobre el momento histórico que vive el país en términos culturales y pidió mayor solidaridad entre los artistas y una visión más clara sobre el rumbo colectivo del gremio. “Nos cuesta mucho ser solidarios, pero nos encanta ir en manada sin saber a dónde vamos”, señaló.
Estas declaraciones no son un hecho aislado. Unos días antes, durante su participación en el programa matutino Bravíssimo, de Citytv, la actriz interrumpió el formato habitual del espacio para criticar la superficialidad con la que los medios abordan los temas culturales. Mientras promocionaba una película en la que recientemente había actuado, expresó su descontento por la falta de profundidad en las conversaciones sobre arte y cultura. “Tenemos que dejar de ser tan superficiales con estas cosas que ustedes también patrocinan (…) pero las cosas que valen la pena, a esas cosas no les dedican tiempo”, reclamó con contundencia.
Hernández criticó duramente que muchos programas eviten los temas de fondo por miedo a la controversia. Según ella, se prefiere “hablar por encima” y no entrar en discusiones serias que podrían generar incomodidades. “No toquemos los temas graves, no toquemos los temas de fondo, no nos metamos en problemas, no seamos incómodos”, ironizó.
Estas afirmaciones fueron apoyadas por Marcelo Cezán, uno de los presentadores del programa, quien manifestó estar de acuerdo con la actriz. “Es válida la superficialidad para las nuevas generaciones, pero también hay espacios para hablar de temas profundos, para hablar de arte, de sacrificio y de hacer las cosas con amor”, expresó Cezán.
Las declaraciones de Vicky Hernández han puesto nuevamente sobre la mesa la importancia de dignificar el trabajo artístico en Colombia y de fomentar un tratamiento mediático más serio y comprometido con la cultura. Su voz, respaldada por años de experiencia, resuena como una advertencia y un llamado urgente a transformar las condiciones del arte en el país.
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