En la academia de Gordon Ramsay en Bishopsgate se vivió un encuentro peculiar entre el célebre chef británico y el actor Tom Holland, donde la cocina fue el punto de partida para una conversación llena de humor, anécdotas y guiños a James Bond. El ambiente distendido comenzó con una broma de Ramsay: “¿Qué sucede cuando Spider-Man y un Iron Man se reúnen? Hacemos sándwiches”. Holland, con cautela para evitar accidentes como el que le costó una fractura nasal en Colombia, se unió a la preparación de un sándwich de pollo frito con marinada de suero de leche, jalapeños y mostaza.
La elaboración sirvió como excusa para hablar de creatividad culinaria, comparada por Ramsay con la audacia de un cóctel de Bond. Hacia el final, el chef preguntó directamente si Holland consideraría interpretar al agente 007. Entre risas y referencias a martinis, el actor respondió con diplomacia: “La especulación la vamos a mantener al mínimo, por ahora. Pero para cualquier joven actor británico, sería lo máximo”. Reconoció que encarnar a Bond sería un sueño y el punto más alto de su carrera, aunque ya se siente afortunado con lo logrado.
En medio de la conversación, Holland recordó sus orígenes humildes y alejados del glamour de Hollywood. Su primera pasión fue el baile, y su llegada a la actuación fue casual, cuando ingresó al musical Billy Elliot tras dos años de audiciones y clases de ballet. Según relató, sus padres veían la experiencia como una oportunidad para aprender, sin imaginar el futuro que vendría.
La charla también exploró el peso de la familia en su vida. Holland destacó la influencia de su hermano Sam, chef profesional, y la importancia de las cenas familiares sin distracciones tecnológicas, donde las conversaciones y la risa reforzaban los lazos. Estos valores, aseguró, lo mantienen con los pies en la tierra frente a la creciente fama.
Ramsay elogió su capacidad para equilibrar trabajo y vida personal, algo que Holland atribuye al confinamiento por la pandemia, que le permitió valorar más el tiempo fuera de los focos. Confesó que disfruta cocinar siguiendo recetas de Ramsay, aunque bromeó que su hermano suele rescatar la cena.
Uno de los momentos más divertidos fue la referencia a su presentación en Lip Sync Battle, donde interpretó de forma inolvidable a Rihanna. Holland comentó, entre risas, que muchos lo recuerdan más por ese número que por su papel de Spider-Man: “De todo lo que he hecho con esfuerzo, eso es lo que se recuerda”.
La jornada cerró con la degustación del sándwich preparado, celebrando su textura crujiente y sabores atrevidos. Entre bromas sobre cócteles de Bond y la promesa de nuevas aventuras culinarias, quedó claro que Holland combina disciplina, carisma y sentido del humor. Más allá de la especulación sobre James Bond, demostró que valora las pequeñas cosas: un buen plato, la unión familiar y la capacidad de reinventarse sin perder autenticidad.
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