Grace Violeta Arteaga Ríos, de 43 años, es una mujer venezolana de nacimiento pero con alma y corazón samario, que representará a Santa Marta en el concurso Señora Colombia, a celebrarse en noviembre en Bogotá. Casada con John Pino, reconocido chef y entrenador físico, es madre de dos hijos, Isabella Saray de 19 años y Santiago Andrés de 17, quienes la inspiran a llevar en alto el nombre de la ciudad que la acogió como su hogar y donde ha consolidado a su familia. Para ella, participar en este certamen es una manera de retribuir todo lo bueno que Santa Marta le ha brindado.
Desde su llegada a la ciudad, Grace se ha dedicado al mundo del fitness y la actividad física, aunque también cuenta con estudios en administración de empresas y secretariado computarizado. A pesar de haber trabajado en oficinas, eligió enfocarse en lo que realmente ama: ayudar a otros a través del deporte. Con más de 20 años de experiencia, se desempeña como entrenadora fitness, coach deportivo y promotora de actividades como rumbaterapia y artes marciales mixtas. Está convencida de que la actividad física no solo mejora el cuerpo, sino que también transforma vidas al tocar las emociones y el espíritu de las personas.
Grace afirma que se considera samaria por convicción, pues en Santa Marta ha construido su hogar, ha desarrollado su carrera y ha tejido lazos con la comunidad. Para ella, ser “Señora Santa Marta” va más allá de un título; significa encarnar la esencia de las mujeres de la ciudad, a quienes describe como resilientes, trabajadoras y luchadoras. Su preparación para el concurso no se ha centrado únicamente en la estética, sino en compartir con las señoras del día a día, absorber su esencia y convertirse en portavoz de ellas. En su visión, el certamen no es un concurso de belleza tradicional, sino una oportunidad para mostrar que las mujeres adultas también pueden sentirse hermosas, válidas y útiles para la sociedad.
Como parte de su labor social, Grace trabaja junto a la Fundación Reinas con un Propósito, con la cual visita comunidades vulnerables de Santa Marta. Sus esfuerzos están orientados a la salud emocional y mental de las mujeres, convencida de que el bienestar de las madres es fundamental para el equilibrio de las familias y la sociedad en general. Reconoce que el estrés es una de las principales causas de enfermedad y busca aportar alivio y motivación a través de acompañamiento, sonrisas y apoyo emocional.
Aunque asegura que su objetivo no es convertirse en una reina de belleza en el sentido convencional, Grace sí sueña con alcanzar el título de Señora Colombia, no como una meta personal, sino como un medio para servir de ejemplo a otras mujeres. Para ella, la verdadera belleza es subjetiva y reside en el alma, en la capacidad de ayudar, inspirar y transformar vidas. Su propósito, más allá de los parámetros físicos, es ser una mujer saludable, íntegra y cada día mejor, proyectando un mensaje de esperanza y fortaleza.
Con esta filosofía, Grace Violeta Arteaga Ríos se presenta como la representante de Santa Marta, llevando consigo un mensaje de empoderamiento femenino y de compromiso con la comunidad.
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