Por: Jaime Guzmán

Y rodó el balón en el Metropolitano en la final del juego de ida de la Superliga Águila. Junior como siempre salió a deslumbrar a sus aficionados desde un inicio y atacar a su rival de turno sin descansar. en esta ocasión al Deportes Tolima, que también salió a ofender con aproximaciones de profundidad, pero sin poder anotar el primer tanto del juego.

Y llegó el gol. Un gran pase del oriundo del Magdalena Víctor Cantillo para que “entrejiera” “Teo” con Ruiz una gran jugada y quedará solo el nuevo “10” Luis Díaz e inflara la malla del guardameta Álvaro Montero a los 8 minutos del primer tiempo.

Todo aparentemente era algo similar a lo que ya sabemos de cómo jugó el cuadro roiblanco y la gran gesta que realizó en el semestre pasado, cuando salió campeón. Sin embargo, en la medida en que el ritmo del juego se fue apoderando de la atención de los pocos presentes al espectáculo deportivo, estos se desesperaron, ya que Junior en los últimos cuartos de cancha, en la zona ofensiva careció de definición y Tolima, que no está “pintado en la pared” anotaría en dos oportunidades en juego elaborado, por parte de su goleador Marcos Pérez, a los 14 y 44 minutos. Como dice la máxima del futbol, quien no los hace, los ve hacer.

Analizando el primero gol, llega a partir de un gran centro cuando en la boca del arco cabecea el delantero nacido en Choco, fuertemente entre los dos zagueros del Junior Rafael Pérez y Jefferson Gómez, venciendo la malla protegida por Sebastián Viera. En la segunda anotación, a mi manera de ver, la defensa fue muy permeable, trayendo negativas para el “tiburón” quien desde la primera etapa terminó perdiendo.

Al cuadro de Suarez sin duda se le vio mayor posesión en el ataque y constante dinamismo. Sí, pero con muy baja calidad en su definición… “no creo que ahora el fantasma del penal se traslade al campo del juego”, lo que si creo es que el onceno barranquillero, necesita reforzarse por las bandas, tras el golpe recibido por el lateral Marlon Piedrahita a quien lo suple Daniel Moreno, como “marcador” y quien No lo hizo mal, pero… “zapatero a tus zapatos. Sin duda su posición es ser delantero, lo que sucede es que el juego flamante y lúcido de los volantes de marca y los extremos, como Diaz, James Sánchez, en el segundo tiempo, Narváez, hicieron que su juego fuera por momentos notable.

Se destacó la magia de Teo, como gestor creativo y por lo general conectado con el delantero Michael Rangel. Sin embargo, el muro del “Vinotinto y oro” cerraba con precisión a cada llegada.

Con este primer examen Junior demuestra que es un equipo que puede llegar a retener el título en el futbol profesional colombiano para este primer semestre del 2019, pero sin duda necesita refuerzos, no tanto en la zona de ataque sino en las puntas, contratando dos laterales y un centro delantero.