Por: Redacción.

Aunque te cueste creerlo, hay productos programados para descomponerse; esta es una lista básica de ellos, y seguramente conoces más.

Qué coraje.

La obsolencia programada no es algo nuevo. Quizá pienses que esto se inventó cuando los fabricantes smartphone decidieron lanzar equipos nuevos cada seis meses, pero este método tiene muchos años.

Productos fabricados para fallar y ser reemplazados. Este efecto tiene varias vertientes, como el estético, que es cuando una empresa convence a los compradores de adquirir algo novedoso.

Pero el anterior es solo un ejemplo de varios tipos de obsolencia programada. Algunos de los más interesantes son: obsolescencia indirecta, obsolescencia funcional por defecto, obsolescencia por incompatibilidad, obsolescencia psicológica y obsolescencia por notificación.

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