Paz y Bien en el Señor
Como dice el Salmo 15“Protegeme Dios Mio que me refugio en ti”, el Señor es nuestro Refugio, quien nos cubre bajo sus alas, quien nos instruye y nos cuida por eso se nos alegra el corazón y la vida entera cuando reconocemos toda la obra de libertad y bendición que siempre ha realizado en nosotros, pero que por las vendas que tenemos en nuestros ojos y las esclavitudes del pecado no descubrimos todo el amor que Dios nos quiere dar y la libertad que nos quiere ofrecer.

En la Carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas 4 nos dice: “Para vivir en libertad Cristo nos ha liberado, manténganse firmes, NO se sometan al yugo de la esclavitud, nuestra vocación es la libertad”. Hoy te invito para que en profunda reflexión observes el vuelo de nuestras gaviotas y garzas sobre nuestra ciudad de Barranquilla, lo hacen con gracia, con entrega y hasta con orgullo se sienten libres y esa sensación parecería que se hace cercana a nosotros.

Mira el oleaje de nuestro mar, va y viene, es libre, fuerte, alegre. Te invito para que en Nombre del Dios amoroso que te creó que saques de tu vida todo aquello que te ata, que te esclaviza, tu bien sabes que hay en tu corazón, en tu vida, en tu hogar que está encadenando la alegría, la tranquilidad, la paz, la armonía. Para ser libres hemos nacido es nuestra esencia, pero es la libertad de hacer el bien, de ayudar, de ser solidario.
En el Evangelio de hoy tomado de San Lucas 9, 51-62, presenta la forma distinta como el Señor invita a renunciar a la violencia y a ideologías de muerte que tanto están haciendo daño en nuestro país, el discípulo de Jesús se abre a una vida nueva, no “mirar hacia la vida pasada o voltear hacia atrás añorando el pecado en que estábamos hundidos”. Es siempre hacia adelante con un horizonte lleno de bendiciones que trae para quien decide romper de su vida toda la superficialidad y la mediocridad que te ata a un mundo oscuro y sin sentido.
Les deseo un feliz domingo en el Señor y en Familia.
Padre Pepe Pimienta B.