El Festival Voces del Jazz y del Caribe en su edición número 12 no solo se perfila como una celebración musical, sino como un auténtico acto de memoria y conexión cultural entre el Caribe colombiano y el alma sonora del África.
La imagen oficial, esa guitarra florecida “que parece haber viajado por mar desde el alma misma del Caribe”, es un poema visual en sí misma. Andrés Parra, con su toque característico, ha sabido plasmar con maestría ese cruce de caminos entre el folclor, el jazz y la herencia africana, representando no solo una estética, sino un profundo sentido de pertenencia. La estampilla con el rostro de Sofronín Martínez es casi una carta de amor musical enviada desde Pasacaballos al mundo entero.
Dos grandes homenajes:
Sofronín Martínez
Desde el bolero feeling y la bohemia cartagenera, su legado será recreado y revivido por las 16 agrupaciones participantes, en lo que promete ser una experiencia sonora de altísimo nivel. La conferencia académica y el conversatorio íntimo —con figuras como Conrado Marrugo— garantizan que no solo se escuche su música, sino que se comprenda su contexto y su huella cultural.
Lokassa Ya Mbongo
El maestro del soukous, quien puso a bailar a Cartagena durante su participación en la sexta edición del festival, recibirá un homenaje con peso pesado: Shimita El Diego, Dally Kimoko y Balou Canta. Este reconocimiento no solo honra su memoria, sino que reafirma la importancia de la influencia africana en la champeta, y cómo esta música ha cruzado océanos gracias a nombres como Manrebo y la gestión visionaria de Alex Boicel.
Este festival no es solo un evento musical: es un puente entre orillas, un cruce de tradiciones, una reafirmación de raíces compartidas. Cada nota, cada acorde de jazz, bolero o soukous, cuenta una historia tejida entre Cartagena, África y el resto del Caribe.
#cadenaradiallalibertad