Barranquilla vive por estos días una auténtica celebración del teatro con la segunda edición del Festival Internacional de Microteatro (FimiteBaq) 2025, una apuesta cultural que busca llevar el arte escénico a cada rincón de la ciudad y acercar a las comunidades locales, nacionales e internacionales a nuevas experiencias teatrales a través de obras breves, intensas y profundamente humanas.
La apertura oficial del festival se realizó este martes en un espacio emblemático de la ciudad, la Casa del Carnaval, donde pequeños y adultos pudieron disfrutar de dos presentaciones que definen la esencia del FimiteBaq. La primera fue “Bla, bla, bla”, una obra del colectivo Baúl Polisémico, organizador del festival, y la segunda fue la declamación poética “Poncho del arriero”, a cargo del actor paraguayo Cristian Galeano, quien conmovió al público con su interpretación cargada de sensibilidad y fuerza lírica.
El FimiteBaq 2025 propone cinco circuitos de microteatro en diferentes espacios culturales y comunitarios, tanto en Barranquilla como en el municipio vecino de Soledad, lo que permitirá a los asistentes disfrutar del teatro en formatos íntimos y en contacto directo con los artistas. Según Eduardo Lora Cueto, organizador del evento, el objetivo es ofrecer una experiencia emocional y artística que invite a la reflexión y al encuentro, resaltando además que organizar un festival de esta magnitud en el contexto del teatro independiente es “un acto de resistencia desde lo artístico”.
El microteatro, como lo plantea esta iniciativa, se caracteriza por obras de corta duración —de entre 15 y 20 minutos— que se presentan ante grupos reducidos de alrededor de 20 personas, en salas pequeñas e íntimas. Esta dinámica rompe con la tradicional “cuarta pared” del teatro, favoreciendo la interacción directa entre actores y espectadores, lo cual genera una atmósfera única de complicidad y conexión emocional.
Los espacios que recibirán estas obras incluyen lugares emblemáticos como la Casa del Carnaval, la Sala Alternativa, el Centro Cultural Acrópolis, la Casa Cultural El Bordillo en el barrio La Playa y escenarios en municipios aledaños. Esta dispersión geográfica contribuye al objetivo de democratizar el acceso al teatro, llevándolo a lugares donde pocas veces llega una programación de esta calidad.
El festival cuenta con la participación de artistas y grupos teatrales de Colombia, Paraguay y Venezuela, y de ciudades como Cúcuta, Medellín y Barranquilla. Uno de los artistas invitados es John Peñaloza, proveniente de Cúcuta, quien estará presentando tres obras de comedia clásica: “El oso”, “Pedido de mano” y “Un trágico a pesar suyo”. Según Peñaloza, estas obras abordan temas sociales desde el humor y la crítica, y representan una oportunidad para conectar con la audiencia desde la emoción y la cercanía.
Peñaloza destacó el valor del microteatro como una forma escénica que permite “romper la cuarta pared y lograr una complicidad real con el público”, lo cual transforma cada función en una experiencia única, donde las emociones fluyen con naturalidad entre el escenario y los espectadores.
El FimiteBaq también representa una plataforma formativa y de proyección para artistas jóvenes, como Jazmín Parra, proveniente de Medellín, quien se presentará este miércoles en la Sala Alternativa con la obra “El viaje de Serpentina”. Para ella, participar en este evento significa trascender las fronteras locales y compartir el trabajo que se hace en su ciudad con artistas de otros países y regiones del país.
En suma, el Festival Internacional de Microteatro de Barranquilla 2025 no solo propone una renovación de la escena teatral a través de formatos alternativos, sino que construye comunidad, promueve el talento emergente y reafirma el valor del arte como motor de transformación social y cultural.
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