La ciudad de Santa Marta vivió una noche histórica y memorable con la celebración de sus 500 años de fundación, un acontecimiento cargado de entusiasmo, alegría y profundo sentido de pertenencia. Miles de samarios y visitantes se congregaron en la playa Los Cocos, uno de los lugares más emblemáticos del litoral, para rendir homenaje a la ciudad más antigua de Colombia. Con una participación masiva que desbordó emoción y orgullo, la jornada fue mucho más que una simple conmemoración: se trató de un acto de unión ciudadana, de recuperación de identidad y de celebración cultural a gran escala.

El evento central de esta conmemoración fue un imponente show musical que ofreció una experiencia inolvidable a todos los asistentes. El gran invitado de la noche fue el reconocido cantante samario Carlos Vives, ícono de la música colombiana y embajador de la cultura samaria en el mundo, quien regresó a su tierra natal después de once años para cantar en una fecha tan simbólica. Su presencia generó una enorme expectativa entre el público, y no decepcionó. Con su característico carisma y energía, Vives interpretó varios de sus éxitos más conocidos, despertando la euforia y la nostalgia colectiva.

Además de Carlos Vives, se presentaron en tarima el Grupo Niche, una de las agrupaciones de salsa más importantes de América Latina, y el cantante vallenato Elder Dayán Díaz, heredero del legado musical del recordado Diomedes Díaz. Ambos artistas aportaron una dosis de diversidad rítmica que enriqueció la programación musical de la noche. El Grupo Niche hizo vibrar a los asistentes con sus himnos salseros, mientras que Elder Dayán conectó con el alma del público a través del vallenato, género profundamente arraigado en la región Caribe.

Como parte del protocolo oficial, minutos antes de la medianoche se entonaron el Himno Nacional de Colombia y el Himno de Santa Marta. Este acto solemne preparó el ambiente para uno de los momentos más esperados: un espectáculo de fuegos artificiales que iluminó el cielo samario y simbolizó el inicio oficial del quinto centenario de la ciudad. Las explosiones de luz y color fueron recibidas con aplausos, gritos y cantos, sellando una atmósfera de júbilo colectivo que será recordada por generaciones.

En medio de la celebración, el alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo Cuello, dirigió unas palabras al público. En su intervención, agradeció la masiva participación ciudadana y destacó la importancia del evento como punto de partida para nuevas transformaciones en la ciudad. Aprovechó también para anunciar un conjunto de obras y proyectos que se implementarán en el marco de la conmemoración de los 500 años, reafirmando su compromiso con el desarrollo urbano, social y cultural de Santa Marta. Con el lema “Santa Marta sí puede y tendrá lo que se merece”, el alcalde dejó clara su visión de futuro, en la que el orgullo por el pasado se convierte en motor de progreso para las nuevas generaciones.

La celebración de los 500 años de Santa Marta no solo fue una fiesta, sino también un acto de reafirmación histórica. Representó una oportunidad para mirar atrás con gratitud, honrando el legado indígena, colonial y mestizo que conforma la identidad samaria. Pero, al mismo tiempo, fue una mirada al porvenir: un llamado a construir una ciudad más justa, moderna, sostenible y orgullosa de su historia.

Este evento marca el inicio de una serie de actividades culturales, cívicas y educativas que se llevarán a cabo a lo largo del año como parte del plan conmemorativo. Así, Santa Marta se proyecta como una ciudad que honra su pasado sin dejar de avanzar hacia el futuro, con sus habitantes como principales protagonistas.

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