La Sala Roberto Linero de Castro de Fundam, ubicada en el histórico edificio Gota de Leche de Santa Marta, se ha convertido en un epicentro de formación y difusión cultural para la ciudad. En alianza con el programa nacional de Salas Concertadas del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, esta institución desarrolla una serie de talleres de formación artística dirigidos especialmente a niños y jóvenes de las Instituciones Educativas del distrito, con el objetivo de fomentar la creatividad, el pensamiento crítico y el amor por las artes desde edades tempranas.
Uno de estos procesos se llevó a cabo recientemente en la Institución Educativa Distrital Antonio Nariño, donde se desarrolló un taller de elaboración de títeres utilizando materiales reciclables y retazos de tela. Esta actividad estuvo dirigida a veinte estudiantes, quienes bajo la orientación de las talleristas Sammy Ospino y Hena Calderón, aprendieron técnicas básicas de construcción y manipulación de títeres. Más allá de las destrezas artísticas, el taller buscó reforzar valores fundamentales como el trabajo en equipo, la imaginación y la conciencia ambiental, al promover el uso de materiales reutilizados para la creación artística.
Estas iniciativas responden a una visión pedagógica que integra arte, cultura y sostenibilidad, con el fin de que los estudiantes no solo se acerquen al universo del teatro y los títeres, sino que también comprendan la importancia de cuidar el medio ambiente. La apuesta combina lo lúdico y lo educativo, permitiendo a los niños aprender jugando, mientras desarrollan habilidades manuales y sociales.
El ciclo cultural no se detiene en los talleres. Como parte de la programación de la Sala Roberto Linero de Castro, el próximo viernes 29 de agosto a las 10:00 de la mañana se presentará la obra de títeres “La Vida es un Carnaval”, a cargo del grupo Ceda Títeres. En esta función participarán los actores Carlos Rodríguez Moreno, Sammy Ospino y Hena Calderón, quienes darán vida a una puesta en escena que mezcla música, tradición y humor.
La historia propone una aventura mágica y divertida en la que la Muerte, cansada de ser derrotada año tras año en las fiestas, decide jubilarse y retirarse para siempre de la celebración del Carnaval. Este hecho genera un caos inesperado, pues los personajes típicos del Carnaval empiezan a desaparecer uno a uno, poniendo en riesgo la continuidad de la fiesta. Frente a este dilema, la reina del Carnaval y el entrañable Joselito deben emprender un viaje para recuperar a los personajes perdidos y convencer a la Muerte de regresar a las festividades.
Con el uso de títeres estilo muppets y marionetas, la obra construye un relato que combina elementos de la tradición popular con un tono fresco y alegre. La puesta en escena no solo entretiene al público familiar, sino que también resalta la riqueza de las expresiones identitarias del Caribe colombiano, como la música, la danza y los símbolos del Carnaval, reafirmando su importancia como patrimonio cultural.
De esta manera, la Sala Roberto Linero de Castro reafirma su misión de ser un espacio de encuentro cultural en Santa Marta, un lugar donde las artes escénicas, la pedagogía y la tradición se integran para fortalecer la identidad y enriquecer la vida cultural de la comunidad.
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