El Vaticano fue escenario de un hecho sin precedentes: la Plaza de San Pedro acogió un concierto multitudinario en el marco de la clausura del III Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, celebrado en Roma. La noche del evento reunió a miles de personas y a artistas de gran renombre internacional, entre ellos Karol G, Andrea Bocelli, Pharrell Williams, John Legend, Jennifer Hudson y Angélique Kidjo, en un espectáculo que combinó música, arte visual con drones y mensajes de paz.
La colombiana Karol G se destacó como la gran figura de la jornada. La artista salió al escenario con un vestido negro de pedrería y abrió su presentación interpretando “Mientras me curo del cora”, de su álbum Mañana será bonito (2023). Más tarde, regresó para compartir un emotivo dúo con el tenor Andrea Bocelli en la icónica pieza “Vivo por ella”. Su presencia despertó un entusiasmo especial entre el público latinoamericano, que ondeó banderas, lució camisetas y celebró a la cantante como representante de la región. Muchos asistentes afirmaron haber acudido principalmente para verla, subrayando su creciente proyección global.
Bocelli, organizador del evento, inauguró la velada con un solemne Ave María, apropiado para el entorno sagrado de la basílica. El tenor italiano también se unió a la estadounidense Jennifer Hudson para interpretar The Prayer, en uno de los momentos más conmovedores de la noche.
El espectáculo no se limitó a los géneros clásicos o religiosos. El estadounidense Pharrell Williams encendió la plaza con su popular tema Happy, animando a los presentes a iluminar el lugar con las linternas de sus teléfonos. En su mensaje, expresó que no se está haciendo lo suficiente por el mundo actual y llamó a aprovechar estos espacios como oportunidades de unión. Además, presentó a John Legend, quien conmovió al público con Glory y Bridge Over Troubled Water, reafirmando el poder de la música como vehículo de transformación social.
La diversidad cultural también se reflejó en la participación de la beninesa Angélique Kidjo, que rindió tributo a Celia Cruz con La vida es un carnaval, llevando ritmos tropicales al corazón del Vaticano.
El espectáculo visual fue igualmente memorable: drones iluminaron el cielo romano con representaciones artísticas, como la célebre escena de las manos de Dios y Adán en la Capilla Sixtina, así como el rostro sonriente del papa Francisco, fallecido recientemente.
El mensaje de fraternidad estuvo acompañado de intervenciones de líderes sociales y defensores de la paz. El Nobel indio Kailash Satyarthi recordó que el silencio frente a las injusticias nunca conduce a la paz, mientras que Graça Machel, viuda de Nelson Mandela, denunció los conflictos activos en Palestina, Sudán, Ucrania, Mozambique, Myanmar y la República Democrática del Congo, insistiendo en que la justicia debe ser la base de toda reconciliación.
Aunque se esperaba la presencia del pontífice León XIV, este no asistió. En su lugar, el cardenal Mauro Gambetti reiteró un contundente llamado al “no a la guerra” y al “sí a la paz y la fraternidad”.
En definitiva, la Plaza de San Pedro se transformó en un escenario histórico donde música, arte y activismo se unieron para proclamar un mensaje universal de unidad y esperanza, con Karol G brillando como símbolo latinoamericano en el epicentro del catolicismo.
#cadenaradiallalibertad