Por: Redacción.

*Ya la prueba sobreviniente está en poder del juez Séptimo Penal del Circuito de Causas Mixtas de Barranquilla a cargo de Manuel López Noriega, quien debe decidir sobre esta causa.

Como lo ha dicho de forma reiterada la ex rectora de la Universidad Autónoma del Caribe, Silvia Gette Ponce, desde el mismo momento en que fue detenida, que su caso fue un montaje y un complot para sacarla de la Institución, y estarían involucradas personas externas y también pertenecientes al centro educativo. a

Ahora parece que debido a la investigación que se inició de parte de la Fiscalía 56 de Patrimonio Económico por el estudio concienzudo del personal del CTI de Barranquilla, se empieza a vislumbrar la verdad de los hechos.
“No existe una sola firma de mi puño y letra (Silvia Gette Ponce) de la Sala General, desde el año 2003 hasta el año 2012 como Presidente y esa Junta es la más importante de la Universidad Autónoma del Caribe, porque allí se decide lo más importante referente a gastos por las cuantías, la cual no tiene límite para determinar los gastos’’, afirmó la ex rectora.

Esta afirmación tuvo eco en la Fiscalía 56 de la Unidad de Patrimonio Económico a cargo de Gustavo Orozco, quien ordenó investigar la denuncia hecha por la ex rectora y fue así como se procedió a realizar un estudio con expertos en dactilografía y documentología que no solo comprobaron que hubo adulteración en las firmas de las actas, si no también falsificación de sus firmas. Se probó que los miembros de los órganos de gobierno de la Institución aparecían participando en una junta a una hora determinada, y también estaba registrado que estaban presentes a la misma hora en otra junta, así por ejemplo en el acta 150 de la Sala General del 26 de diciembre de 2007, que inicia a las 5 pm y termina a las 7:50 pm y la N° 789 del Consejo Directivo del mismo día, inicia la junta a las 3 pm y dura hasta las 6,40 pm , quiere decir que desde las 5 hasta las 6,40 coinciden en el tiempo. Y son varios las actas que presentan estas incongruencias y con esto se demuestra que no son las verdaderas actas las que reposan en la Universidad, en la Secretaría General, ni en la Fiscalía.
Esto tiene una sencilla explicación y es porque el secretario de la junta pasa lista cada vez que inicia una sesión y si se retira alguien se reporta como novedad en el acta. Esta explicación la dio la ex rectora Silvia Gette.
Los resultados de estas pruebas sobrevinientes obtenidas por los expertos del CTI de barranquilla que favorecen a la ex rectora Silvia Beatriz Gette Ponce fueron trasladadas el pasado 15 de marzo al juzgado Séptimo Penal del Circuito de Causas Mixtas de Barranquilla a cargo del juez Manuel López Noriega, quien hoy tiene la tarea de analizar concienzudamente lo que la acusada Silvia Gette Ponce viene denunciando desde el año 2013, pero que por extrañas circunstancias nunca se la escuchó.
Referente al proceso del millón de dólares, la Fiscalía 35 lavado de activos de Bogotá le dio medida de aseguramiento intramural a la ex rectora el 26 de diciembre de 2014, a pesar de que ya había llegado el informe solicitado por la fiscalía del documentólogo de apellido Amorocho, donde éste certificaba que las firmas de la presidente de la Sala General , Silvia Gette Ponce, era un facsímil.
También en el desarrollo del juicio, los testigos aseguraron que nunca se aprobó esos desembolsos de dinero para que se giraran desde las arcas de la Universidad Autónoma del Caribe, pero extrañamente el que hizo los desembolsos y giros fue Orlando Saavedra Magri, el director financiero de la UAC, y a este señor, recientemente fallecido, nunca se lo vinculó al proceso.
Otra cosa aún más grave es que en el desarrollo del juicio la secretaria de la rectoría, Orietta Martínez Osuna, persona de confianza de la sindicada Silvia Gette, aseguró: “que ella tenía un sello con la firma de la rectora y que donde ella veía que la firma de la Doctora no estaba, ella ponía el sello, y declaró además que lógico es que ese sello no estaba para ponerlo en las actas, pero que ella lo puso, y tampoco se la vinculó.
Parece que el complot se está demostrando, y parece que lo que Silvia Gette ha manifestado durante el transcurso de este tiempo- declarando desde 2013, hoy en el 2019, se está viendo que tenía razón. La justicia debe actuar como corresponde y siempre debe escucharse y analizar ambas versiones. En medio de este intrincado caso es bueno por el bien de la justicia y las partes que la verdad deba salir a la luz.