Por: Redacción.
Los cibercriminales, es una realidad a nivel mundial, ya dejó de ser cosa de películas y no es ciencia ficción, sino realidad.
Sin darnos cuenta pueden acceder a nuestros computadores o celulares, entrando así a nuestra base de datos y robarnos contraseñas y así obtener información de nuestras cuentas bancarias o tarjetas de credito.
También pueden ver lo que hacemos o con quien hablamos, accediendo a la cámara de cualquier dispositivo que tengamos disponible y activo. Desafortunadamente tenemos por costumbre descargar aplicaciones o programas en el computador o enlaces desconocidos.
QUIE ES UN MALWARE.
El termino malware, en ,ingles malicious software,programa malicioso, o programa maligno (también llamado badware, código maligno, software maligno, software dañino o software malintencionado) hace referencia a cualquier tipo de software maligno que trata de afectar a un ordenador, a un teléfono celular u otro dispositivo.Se considera un tipo dañino de software si es destinado a acceder a un dispositivo sin el conocimiento del usuario.
El término malware es muy utilizado por profesionales de la informática para referirse a una variedad de software hostil, intrusivo o molesto.Antes de que el término malware fuera acuñado por Yisrael Radai en 1990,el software maligno se agrupaba bajo el término «virus informatico» (un virus es en realidad un tipo de programa maligno).
“Un ‘malware’ puede llegar hasta donde lo dejemos , por eso es muy importante que usemos el sentido común, sobre todo en temas de smartphones. Se recomienda no descargar aplicaciones que no necesitamos o aplicaciones que regalen imposibles, por ejemplo, que prometen millones de seguidores en Instagram o ganar el último iPhone sin hacer nada solo con usar la aplicación”, señala Enrique Serrano, Ingeniero Informático experto en Ciberseguridad.
He aqui unas de las tantas formas por la cual suceden estos casos, las tres mas importantes:
1. Dar permisos.
Usar apps de de dudosa procedencia que no este avalada por una pagina oficial, estas app piden autorizaciones donde engañan a los usuarios, siendo esta la táctica mas común, accediendo así a la ubicación y a la cámara, dando permisos sin percatarse de lo que solicitan.
es ahii cuando es posible que terceros roben contraseñas, tomen fotos, espien e incluso hagan grabaciones, dependiendo las autorizaciones que realicen, en pocas palabras obtienen poder del manejo de su dispositivo convirtiéndose en sus dueños virtuales. Ante esta situación, lo más importante es que sea muy cuidadoso con los permisos que otorga a las aplicaciones y se pregunte si realmente se necesita ese permiso para que una plataforma funcione correctamente. ¿Es indispensable que una app de calculadora o de una linterna, por ejemplo, acceda a la cámara?
2. Aplicaciones falsas
En algunos casos ni siquiera es obligatorio que se otorguen permisos a una aplicación para acceder a la cámara. Simplemente con el solo hecho de descargarla estará usted en riesgo. Los cibercriminales tienen la opción de insertar código malicioso y ejecutarlo para acceder a la cámara de su teléfono. En algunas ocasiones simplemente modifican una app, le inyectan código y la vuelven a subir con otro nombre. Otras veces crean plataformas nuevas en las tiendas de aplicaciones que ya incluyen el ‘malware’. Algo importante en estos casos es, antes de descargar dicha aplicación mire los comentarios que hacen sobre dicha app.
3. ‘Malware’ especializado
Normalmente estos cibercriminales utilizan herramientas de software malicioso, técnicamente conocidas como troyanos de administración remoto (Remote administration trojan, RAT). Al usarlas los cibercirminales pueden tener control administrativo sobre el dispositivo. Por lo general, las RAT se descargan de forma invisible con un programa pirata en una página web, en sitios de juegos o mediante archivos adjuntos o enlaces que llegan por correo electrónico.