Por: Redacción
La Escuela de Bellas Artes es una institución de formación artística y una de las más representativas y emblemáticas de la ciudad de Barranquilla, considerada como una de las obras más significativas de conservación patrimonial del barrio El Prado.
Fue creada hace más de 70 años, siendo la cuna de grandes artistas entre los que se destacan músicos, artistas plásticos, actores profesionales, entre muchos más.
A mediados de 1940, se firma la Ordenanza No 35 que ordena establecer el “Museo del Atlántico”, conformado por 17 institutos educativos, entre ellos la Escuela de Bellas Artes. Mediante la Ordenanza No 42 de 1946, la Escuela de Bellas Artes pasa a formar parte de una de las instituciones de educación superior más importantes del Caribe colombiano: la Universidad del Atlántico.
En 1979 el Consejo Superior de la Universidad del Atlántico creó la Facultad de Bellas Artes con los programas de Música y Artes Plásticas por medio del Acuerdo 01 del 20 de septiembre. Como primer decano se nombró a Alfredo Gómez, gran conocedor de todas las manifestaciones artísticas.
En 1998 se agregó una Escuela de Arte Dramático para la formación de actores profesionales, recogiendo así una vieja tradición que se dio en la ciudad desde fines del siglo Una lucha para liberar a Bellas Artes Luego que Elías Lacouture iniciara una huelga de hambre en días pasados para protestar por el abandono que sufre la sede de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico, inspiró a decenas de jóvenes estudiantes de la institución, quienes comenzaron a acompañarlo en un plantón.
“A Elías lo alimentamos con arte” Con muestras danzísticas, poesía, música, meditación y muchas actividades más, los jóvenes se han tomado las afueras de Bellas Artes para alimentar el espíritu de Elías y así poder continuar por la lucha de esta obra patrimonial. Anthony Herrera, estudiante de Artes plásticas, y líder estudiantil de Bellas Artes Ignacio Consuegra, arquitecto.
Elías Lacouture XIX. Inicialmente esta obra arquitectónica fue construida para ser un hospital, sin embargo el proyecto no funcionó por lo que años después fue utilizada con diferentes propósitos entre esos, para realizar la Feria de Exposiciones Industriales, y más tarde allí se instaló la Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad del Atlántico.
Su edificación en aquellos tiempos fue construida a base de ladrillo y cubiertas de teja de cemento o losas macizas, representando todo ese carácter monumental que tanto caracteriza al barrio El Prado. Estos rincones vieron crecer a grandes artistas como: Alejandro Obregón, Alfredo Gómez, Alberto Carbonell, Antonio María Peñalosa, Cecilia Porras y Enrique Grau, entre muchos más destacados en el mundo.
Sin embargo, al pasar los años el descuido y la politiquería se adueñaron del lugar derrumbando poco a poco no solo las paredes y techos del lugar sino los sueños de los jóvenes artistas que vieron crecer su talento en estos salones. Durante los años Bellas Artes ha colapsado en distintas ocasiones, en junio de 2017 se cayó el muro de los salones donde se realizaban las clases de ensame musical, lo que generó el desplome parcial de la estructura y la cubierta de los mismos y así desde ese suceso muchos más se han sumado evidenciando la falta de acciones en el mantenimiento de la infraestructura para prevenir estos hechos de riesgo. A pesar que se ha llevado a cabo un proceso para su recuperación, por parte de entes departamentales y distritales, estos han sido tardíos para la comunidad debido a la demora en su ejecución, por lo que estudiantes y docentes han alzado su voz de protesta en rechazo a los plazos vencidos de esta obra.
Anthony Herrera, estudiante de Artes plásticas, y líder estudiantil de Bellas Artes, en diálogo con Diario LA LIBERTAD nos contó lo que para él significaba esta edificación, “Siempre la lucha ha sido desde el arte y para el arte. Este edificio significa para mí ese lugar en el que pude desarrollarme como profesional y como persona un lugar muy valioso en el Atlántico y el Caribe.
Creemos que la cultura en la ciudad está en un letargo y anemia, evidenciado en esta infraestructura, ya que Barranquilla solamente se ha enfocado en resaltar lo que es el carnaval olvidando el resto de manifestaciones culturales. Y aquí tenemos grandes artistas y de ellos también deberíamos sentirnos orgullosos”, dijo el joven.
“Bellas Artes es el último bastión que tenemos de aferrarnos de la producción de la cultura, una ciudad necesita formar a sus artistas y es absurdo que una como Barranquilla que se afana de representar esto no tenga teatro, museo, ni escuela de arte, entonces ¿qué está pasando? Nos dejemos ilusionar que el problema de Bellas Artes, es un problema de infraestructura, pero si se reconstruye estas obras a los 5 años van a estar igual de deteriorados porque el problema no se trata de cemento ni de ladrillo, es un problema que va mucho más allá, debido al reemplazo de los elementos culturales y que solo lo hemos convertido en Junior y Carnaval, dejando caer poco a poco el patrimonio histórico”, expresó Ignacio Consuegra, arquitecto.
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