Por: Redacción
El obispo Winstrump fue una figura importante de navia del siglo XVII y había fallecido a los 74, en 1679. Mientras que en 1920 fue desenterrada de la cripta de la Catedral de Lund en Suecia, pero una radiografía hecha en 2015 dejó ver que junto a él había un feto de aproximadamente cinco meses y hasta ese entonces habría sido un misterio los motivos de esta causa.
Recientes estudios de la Universidad de Lund correspondientes a nivel genético y genealógico, indicaron que ambos compartían el 25% de los genes ligada por el lado paterno, por lo que dedujeron que el obispo pudo haber sido su tío, sobrino, abuelo, nieto, entre otros.
Cabe resaltar que los estudiosos determinaron que el más probable parentesco era que el bebé fuese hijo de Peder Pedersen Winstrump; es decir, que el obispo sería el abuelo del no nacido enterrado junto a él. “Con la muerte de Peder Pedersen Winstrump (hijo del obispo), el linaje masculino llegó a su fin para la familia noble Winstrump.
Colocar al feto fallecido de su único hijo en el ataúd del obispo debió de ser un acto fuertemente simbólico: había dado a luz a un hijo, aunque nació muerto”, determinó la universidad sobre el misterio.
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