Por: Redacción

Cada año mueren 17,5 millones de personas en el mundo a causa de una enfermedad cardiovascular, y se estima que la cifra ascenderá a 23 millones en 2030, según datos publicados por la Fundación Española del Corazón. Un evento cardiovascular es la aparición de un problema que afecta al corazón o a la circulación de la sangre y que, además, es grave (puede comprometer la vida o amenazarla) y aparece de forma repentina o en pocos días. Las crisis de angina de pecho y el infarto de miocardio entran dentro de esta denominación.
Según explica el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario HM Sanchinarro, Julio Osende, los principales síntomas por los que una persona normal puede intuir que está padeciendo un evento cardiovascular en su domicilio hacen referencia a la aparición de dolor en el pecho, sobre todo si es con sensación de opresión o quemazón, asociado a malestar o fatiga, que a veces se acompaña de dolor en los brazos y/o en la parte anterior del cuello o la mandíbula.
“La intensidad del dolor no tiene que ser muy alta necesariamente, pero si es frecuente, se asocia a un cambio a peor en el estado general, con sudores, náuseas y sensación de gravedad percibida por el paciente. Todo esto puede ser de duración variable, pero lo que hay que tener en cuenta es que aunque el dolor ceda en unos minutos, eso no significa que sea poco grave”, comenta Osende. Una vez identificados los síntomas o una sensación similar, se debe cesar cualquier actividad física, sentarse y organizar un traslado a un servicio de urgencias para poder ser valorado. “Es mejor contactar inmediatamente con un servicio de Urgencias y contar lo percibido, para poder organizar la asistencia. No es recomendable organizar el traslado por cuenta propia, lo mejor es calmarse y solicitar la ayuda urgente”, recomienda. Osende también destaca la importancia que tiene el entorno que rodea al sujeto que padece el evento cardiovascular. “Las personas que sean testigo de un posible problema de este tipo deben de ayudar a que el paciente esté tranquilo, sentado y contactar con un servicio de atención urgente para recibir ayuda, tranquilizando al paciente mientras llega la ayuda”, asevera el especialista de HM CIEC.
Síntomas que pueden llevar a equívocos: Del mismo modo, el doctor recuerda que también se pueden producir situaciones que lleven a confundir los síntomas de un evento cardiovascular. “Los dolores de estructuras como el esófago o el dolor de la hernia de hiato (cuando una parte del estómago se encuentra en el tórax en vez de estar en el abdomen) pueden parecerse a los dolores de los eventos cardiovasculares”, señala. En este sentido, el especialista de HM CIEC ofrece un recurso que puede arrojar luz ante un momento de duda. “Los dolores aislados leves ‘a punta de dedo’ o que aumentan al tocarse, generalmente no son sugestivos de indicar problemas graves”, apunta Osende.
A quiénes debería preocupar: Una vez explicados los síntomas y la forma de actuar, el especialista incide en la importancia de la prevención como “mejor medida” para evitar estos eventos cardiovasculares. Osende señala que, por orden de importancia, la principal medida de prevención es no fumar, mantener unos niveles de colesterol bajos (especialmente del colesterol LDL), hacer una dieta sana con pocas grasas de origen animal, hacer ejercicio de forma regular (al menos unas 3 horas a la semana y mantener un peso adecuado.