El mundo del entretenimiento y del deporte recibió con pesar la noticia del fallecimiento de Terry Gene Bollea, mejor conocido como Hulk Hogan, a los 71 años. Según información de TMZ Sports, el icónico luchador murió tras sufrir un paro cardíaco en su residencia en Clearwater, Florida, lo que movilizó a equipos médicos y patrullas policiales durante la mañana del jueves. Aunque fue trasladado en camilla al hospital, los intentos por salvar su vida resultaron infructuosos.
Durante las semanas previas a su muerte, la salud de Hogan fue tema de especulación. En mayo se había sometido a una cirugía de cuello, y algunos rumores indicaban un deterioro crítico. Sin embargo, su esposa Sky Hogan desmintió que estuviera en coma y aseguró que se recuperaba con un “corazón fuerte” a pesar de las intervenciones recientes.
Hogan fue mucho más que un luchador; su legado se entrelaza con la evolución del espectáculo deportivo que representa la lucha libre profesional. Antes de su llegada, el wrestling era una disciplina de nicho, pero con su carisma, estilo teatral y presencia dominante, logró atraer a grandes audiencias familiares. Fue pieza clave en la popularización global de la WWE durante los años 80 y 90, siendo un fenómeno tanto entre niños como adultos.
En 1996, Hogan reinventó su personaje al unirse a la facción NWO (New World Order) bajo la identidad de “Hollywood Hulk Hogan”, aportando una nueva dimensión a su figura y al deporte. Su capacidad de adaptación mantuvo su relevancia a lo largo de los años, convirtiéndolo en uno de los rostros más reconocibles del entretenimiento deportivo.
Hogan fue incluido en el Salón de la Fama de la WWE en 2005, aunque fue retirado en 2015 debido a la difusión de comentarios racistas grabados sin su consentimiento. A raíz de este incidente, entabló una demanda contra el medio Gawker, la cual ganó. Posteriormente, en 2020, fue reincorporado al Salón de la Fama, esta vez como miembro del grupo NWO, consolidando aún más su legado.
Fuera del cuadrilátero, Hogan también dejó huella en el cine y la televisión. Su debut cinematográfico fue en 1982 como Thunderlips en Rocky III, una aparición que lo catapultó al reconocimiento del público general. Luego protagonizó películas como No Holds Barred, Suburban Commando y Mr. Nanny, que lo afianzaron como figura mediática. Más adelante, ganó una nueva generación de seguidores gracias a su reality show “Hogan Knows Best”, emitido en VH1, donde mostraba su vida familiar con su entonces esposa Linda y sus hijos Nick y Brooke.
A pesar de su enorme éxito, su cuerpo pagó un alto precio por décadas de actividad física intensa. En entrevistas, Hogan confesó que “no tenía ninguna parte original del cuerpo” intacta, reflejo del castigo sufrido en los cuadriláteros. Aun así, se mantenía activo en la escena pública. En mayo de 2025, anunció el lanzamiento de Real American Freestyle, una liga amateur de lucha cuyo primer evento estaba programado para el 30 de agosto, a transmitirse por Fox Nation. Su última gran aparición fue en la Convención Nacional Republicana de 2024, donde fue ovacionado por su presencia escénica característica.
La muerte de Hulk Hogan marca el fin de una era en la lucha libre profesional. Con más de cuatro décadas de carrera, su influencia trascendió los deportes y se convirtió en un ícono de la cultura pop estadounidense. Hogan transformó la lucha en un fenómeno mainstream, llevó su imagen a todos los rincones del entretenimiento y se mantuvo en el imaginario colectivo como símbolo de fuerza, espectáculo y resiliencia. Su legado, tanto dentro como fuera del ring, seguirá vivo entre generaciones de fanáticos que crecieron con su figura.
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