Por: Pepe Sanchez
Según algunos historiadores, se utilizó la madera de un barco griego cuya proa imitaba la cabeza de un caballo para construir el famoso artefacto. La fecha es señalada por diversas fuentes.
La primera mención que se tiene de la leyenda o historia del Caballo de Troya, la hace Homero en la Odisea, libro en el cual narra las vicisitudes y aventuras de Ulises, -u Odiseo- tras el fin de la Guerra para regresar a su natal reino de ïtaca.
–¡Mis ojos jamás pudieron dar con un hombre que tuviera el corazón de Odiseo, de ánimo paciente… ¡Qué no hizo y sufrió aquel fuerte varón en el caballo de pulimentada madera, cuyo interior ocupábamos los mejores argivos para llevar a los troyanos la carnicería y la muerte!- le dice Menelao, rey de Esparta y esposo de Helena, responsable de la confrontación bélica, a Telémaco, el hijo de Ulises.
Según la tradición, el cerco a la ciudad de Troya por parte de los ejércitos griegos duró 10 años, hasta que Ulises -ante lo infructuoso de la tarea de tomar la ciudad- sugirió una estratagema que sería aprobada por todos los generales.
La idea era construir un gran caballo de madera en el que se escondiesen los mejores guerreros, y que las naves partiesen de regreso. Los troyanos -que consideraban al caballo como un animal sagrado- lo introducirán en la ciudad. Por la noche, los guerreros saldrían del interior de la armazón y abrirían las puertas de la muralla y así poder tomar la plaza.
No se sabe cuántos ni quiénes eran los combatientes que se habían escondido en el vientre del caballo. Según algunos medios, eran 99 y todos pertenecientes a los mirmidones, el ejército de Aquiles, muerto en combate. Para otros eran 50 y otros 23, entre quienes aparecen. Ulises, Neoptólemo -el hijo de Aquiles- Menelao, el esposo de Helena, Esténelo, Diomedes, Filoctetes -quien mató a Paris de un flechazo- Ánticlo, Menesteo, Toante, Polipetes, Ayax y Eurípilo.
Al final los griegos destruirían la ciudad, la incendiaron y se llevarían a Helena de regreso a Esparta.
Hay una versión que niega la existencia del caballo y señala que en su lugar, lo que se utilizó fue un barco. Así lo sostiene el diario Vanguardia, en su portal de Internet https://www.lavanguardia.com/cultura/20171103/432559219943/caballo-troya-barco-fenicio.html
-El profesor Francesco Tiboni, de la Universidad Aix Marsella, ha puesto en duda que el caballo de Troya fuera realmente un caballo. En un artículo publicado en la revista Archaeologia Maritima Mediterranea, Tiboni considera que el caballo de madera construido por el soldado Epeo “fue en realidad uno de los barcos que los antiguos griegos solían llamar Hippoi”.
“(El caballo) no es un recipiente sagrado, sino un mercante con una cabeza de caballo en el mascarón de proa comúnmente utilizado por los marineros fenicios y levantinos para comerciar y pagar tributos a reyes extranjeros reyes. Un barco conocido por los autores griegos de la era clásica y posiblemente también por Homero”- afirma el diario español
Como contrapartida, el Diario Sevilla reseña que en 2015 se hizo la «Reconstrucción del Caballo de Troya» y pudo comprobarse que Epeo, el constructor, tardó tres días en hacerlo, partiendo desde la madera de un buque griego.
-Theodoros Malmen coincide con el trabajo desarrollado bajo la supervisión de Chondros, «la información de que la construcción [del caballo] se completó en tres días ha llevado a la idea de que se utilizó una nave homérica. El barco fue cortado por la mitad y las dos partes fueron ensambladas dejando un espacio interior donde se alojaron los soldados. Los componentes del caballo, las patas, la cabeza y las mejoras en la cobertura se habrían realizado después en el astillero»- señala el diario Sevilla en el portal https://departamento.us.es/filologiaclasica/?p=584.
Tomado de: pepécomenta.com
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