Por: Redacción.

Con la despedida del Carnaval, las iglesias barranquilleras se preparan para vivir la Cuaresma, un tiempo de reflexión, recogimiento y perdón, en el que durante 40 días se prepara el creyente para la Semana Santa, período en el que se celebra la pasión de Jesús.

El Miércoles de Ceniza coincide con el final del Carnaval, por esta razón los asistentes en señal de arrepentimiento por los pecados que han cometido y para disponer su alma a la conversión, reciben de manos del sacerdote encargado la imposición de la cruz de ceniza en la frente, ya que esta es un signo de penitencia, según se indica en la Biblia.

La ceniza es producto de las palmas incineradas que fueron usadas el Domingo de Ramos del año litúrgico anterior, el celebrante en el momento de la imposición pronuncia frases de las Sagradas Escrituras como: Polvo eres y en polvo te convertirás (Génesis 3, 19); Conviértete y cree en el Evangelio (Marcos 1, 15).

Cabe destacar que la ceniza no perdona los pecados, esta solamente es un signo que la iglesia usa para ayudar a los fieles a entrar en un espíritu de penitencia al iniciar la Cuaresma.

La imposición de la ceniza en la frente de los creyente se realiza al terminar la homilía, mientras el celebrante dice las siguientes palabras bíblicas, “Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás”.