Por: David Name Terán.

Hace dos o tres días leí una columna del arquitecto Consuegra de la Fundación “Universidad Simón Bolívar” y sentí que se me arrugó el alma por que el columnista con una memoria fotostática hace un recuento de cómo eran los rectores de la Universidad del Atlántico y la propia universidad. Con el tiempo hemos visto desfilar rectores, unos más, otros menos y a pesar de que se le cambió el status y el lugar igualándolo a las universidades privadas y altamente costosas, la universidad ha perdido su capacidad de investigación, se acabaron los estudios en el exterior para especializar profesores y hasta el chofer de librea del que hace referencia el arquitecto consuegra desapareció. Todo esto fue cambiado por una frondosa burocracia que asfixia la caja de la universidad.

De no ser cierto que nombraran a la rectora encargada, a la distinguida docente Sra. Stevenson, habrían por los recientes antecedentes que recurrir a los avisos clasificados con un aviso que diga: “Se busca para rector de la Universidad un gamín con bicicleta”.